Messi: el fin de un trayecto con paradas en El Arcángel
No es un hecho más. Es un auténtico terremoto a nivel mediático, un acontecimiento histórico del fútbol global. Porque supone una división de caminos que probablemente nadie pudiera imaginar tiempo atrás. Después de dos décadas, Leo Messi abandona el Barcelona. Una marcha motivada por una grave situación financiera en la entidad de la Ciudad condal, que sobrepasa en mucho el conocido límite salarial de LaLiga. Como dato curioso, se trata de un problema conocido por el Córdoba, de forma que por una vez el conjunto blaugrana se ve igualado en circunstancias a un club de mucho menor calado. Sea como fuere, el argentino pone punto final a su trayecto con la escuadra azulgrana en el que también se cuentan paradas en El Arcángel. Admirado y odiado a partes iguales, el delantero tiene en su historial cuatro goles ante los blanquiverdes en su estadio.
Es un apunte meramente anecdótico, pero que resulta interesante para quienes tienen gusto por las historias dentro del deporte más allá de los resultados. Sobre todo si son aficionados de un club doliente, incapaz de mantener un recorrido satisfactorio y pleno conocedor de los sinsabores del fútbol. Tanto es así que hoy en día el Córdoba encara una temporada en cuarta categoría nacional después de 36 años. Hace no mucho, por el contrario, disfrutó de la mejor etapa de la historia reciente. Fue entonces cuando el astro argentino dio muestras de su indudable calidad, por la que es considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, a orillas del Guadalquivir. Lo hizo por dos veces, la primera de ellas por caprichos del destino. Porque su primera presencia como estrella consagrada en El Arcángel fue en Copa del Rey, por lo que tuvo como causa un sorteo, el azar de las bolitas en bombo.
La noche del 12 de diciembre de 2012 se tornó memorable para la afición del Córdoba pues tuvo oportunidad de ver al conjunto azulgrana en su feudo después de más de 40 años. Aunque el escenario era distinto, ya que el equipo catalán se había medido al califal en El Arcángel original. Ese día recaló en el coliseo ribereño una escuadra llena de grandes nombres y que vivía una época dorada, aun después del adiós de Josep Guardiola. Un rival que llegaba con, entre otros, campeones de Europa y del mundo con España como Piqué o David Villa, que fue sustituido y dejó el césped en medio de una gran ovación. Los goles, sin embargo, corrieron a cargo de Leo Messi en aquella contienda, que estuvo mucho más disputada de lo que pueda reflejar el marcador o la lógica impuesta. Fue el delantero quien terminó de desequilibrar la balanza a favor de los blaugranas.
Terminó el partido con victoria visitante por 0-2 y eso que Pinto tuvo la obligación de actuar bajo palos para evitar el tanto califal. Lo hizo por ejemplo ante Fede Vico, antes de que el canterano saliera traspasado al Anderlecht. Messi abrió el camino del triunfo para el Barcelona en el minuto 10 y desatascó el encuentro en el 73. Ya en la vuelta de la eliminatoria, que era de octavos de final, el argentino no participó del rotundo 5-0 que impusieron los azulgranas en el Camp Nou el 10 de enero de 2013. Con todo, el delantero volvería a hacer de las suyas ante el Córdoba. Y también en El Arcángel. Su segunda comparecencia en el estadio blanquiverde tuvo lugar en Primera, división a la que regresaba al fin el cuadro cordobesista después de 42 años. Probablemente nadie lo imaginaba en esa noche de diciembre de 2012, pero sucedió.
Sin embargo, el paso por la máxima categoría resultó tortuoso para el Córdoba. Y muy triste el segundo encuentro en que recibió a Messi en El Arcángel. Porque supuso un doloroso adiós a la elite después de recibir un escandaloso 0-8 por un Barcelona en ese momento dirigido por Luis Enrique, actual seleccionador nacional. Aquel encuentro sirvió para cerrar un ciclo, del que poco o nada queda ya, que terminó además con 20 puntos. El 2 de mayo de 2015 el conjunto azulgrana arrasó al blanquiverde en feudo califal y de ello participó el argentino con dos goles. Anotó el tercero y el sexto de una contienda que apenas atrajo a la afición, dadas las circunstancias y porque además era choque de pago -y vaya pago- para los abonados. Fue la segunda parada de uno de los mejores futbolistas de la historia en su amplio trayecto con el cuadro catalán. Y a sus cuatro tantos a orillas del Guadalquivir hay que sumar otros dos en el Camp Nou unos meses antes, en un 5-0 que inició Pedro.
0