Córdoba Futsal

El Córdoba Patrimonio y otro 'quiero y no puedo' en la búsqueda de grandeza

Parecía que este año sí. La primera vuelta invitaba a soñar con romper el techo de cristal, con dejar atrás la calculadora de la permanencia y sacar la del éxito y los sueños. Sin embargo, la realidad ha vuelto a golpear con crudeza en Vista Alegre. El Córdoba Patrimonio de la Humanidad cierra el año sumido en un nuevo 'quiero y no puedo', estancado en una zona de nadie que, aunque alejada del descenso, sabe a poco tras las expectativas generadas.

Un final de año para el olvido

Y es que el equipo dirigido por Ema Santoro ha pasado de la euforia a la decepción en apenas un mes. Tras un inicio de campaña fulgurante, donde fueron capaces de tumbar al líder ElPozo Murcia a domicilio o empatar ante colosos como el Movistar Inter o el Barça, el conjunto califal se ha desinflado en el momento decisivo. Con el calendario a favor y dependiendo de sí mismos para certificar el billete a la Copa de España, los blanquiverdes han firmado un pobre bagaje de un solo punto de los últimos doce posibles.

De hecho, las derrotas ante Noia Portus Apostoli, y las consecutivas frente a Servigroup Peñíscola y, finalmente, ante el colista Alzira (4-5) este pasado fin de semana, a lo que se suma el pobre empate frente a Xota Osasuna Magna, han evidenciado las carencias de un equipo que sufre vértigo cuando mira hacia arriba. Lo que debía ser un trámite para sellar la clasificación o, al menos, para soñar con ella, se convirtió en una pesadilla de errores defensivos y ansiedad que acabó con solo un pobre punto sumado en diciembre.

El estancamiento en la salvación

Más allá de los resultados inmediatos, la sensación que queda en el ambiente es la de un proyecto que no termina de dar ese paso adelante definitivo. Son ya varios años con el objetivo de la salvación como meta prioritaria -algo que este año tienen encarrilado con diez puntos de margen sobre la zona roja-, pero cada vez que el equipo tiene la oportunidad de colarse entre los grandes, falla. Pese a que lograr la salvación sigue siendo un gran hito para un equipo con pocos recursos como los califas, la comparación con otros equipos similares que sí han logrado dar ese paso hacia adelante deja en evidencia al cuadro blanquiverde.

Además de ello, las estadísticas reflejan esa irregularidad. Pese a contar con un Murilo Duarte en estado de gracia -autor de 11 tantos y referente ofensivo— y la aportación de Carlos Gómez -9 goles-, el equipo no ha sabido gestionar la presión de ser favorito en los duelos directos. La derrota ante el Alzira en casa, donde los valencianos lograron su primera victoria a domicilio del curso, es el ejemplo perfecto de ese estancamiento: un equipo capaz de lo mejor ante los gigantes y de lo peor ante los rivales de su liga.

La decepción del vestuario

La plantilla es consciente de la oportunidad perdida. El propio Ema Santoro no ocultó su frustración tras el último revés, reconociendo el dolor del vestuario: “Es una derrota que duele, por la forma y por el cómo. El equipo no estuvo a la altura de lo que venía haciendo esta primera vuelta”, declaraba el técnico argentino sobre el tropiezo contra Alzira, añadiendo que tienen que hacer “una autocrítica profunda” y “empezar la segunda vuelta con otra mentalidad”, ya que no pueden quedarse “con una frustración de no haber alcanzado la Copa de España”, a pesar de que ese sueño “hizo daño”, y ahora tienen que tener “los pies sobre la tierra”.

Así, el Córdoba Patrimonio encara ahora el 2026 con la obligación de resetear. Sin el aliciente de la Copa de España y eliminados tempranamente de la Copa del Rey, el único objetivo resta en la competición doméstica, que volverá para los califas el mismo día de Reyes, el 6 de enero, en la cancha de Ribera Navarra a partir de las 19:30. Toca remar desde el principio para asegurar la tranquilidad matemática cuanto antes y, quizás, intentar un asalto tardío al play off que sirva para maquillar una temporada que pudo ser histórica y que, por ahora, se queda en otro año de transición.