César Velasco conquista su primera Copa de España
Y una vez más, un título nacional tiene acento cordobés. El Jaén Paraíso Interior FS se ha proclamado campeón de la Copa de España por tercera vez en su historia tras imponerse al Movistar Inter FS en la final del torneo que se ha celebrado durante esta semana en Granada. El cuadro del Santo Reino, que cuenta en sus filas con el ala egabrense César Velasco, ha firmado un torneo absolutamente espectacular, que ha terminado de la mejor manera posible para ellos. En cuanto al conjunto interista, en cuyas filas estaba el montoreño Cecilio Morales, no encontraron su mejor versión en la final y se quedaron a las puertas de un trofeo que pelearon hasta el último segundo.
Así, los de Dani Rodríguez dominaron la contienda casi de principio a fin, con un Alan Brandi sobresaliente durante todo el torneo. Precisamente el argentino fue el encargado de abrir el marcador a los 12 minutos. Poco después empataría Fits para los madrileños, dando esperanzas al equipo de Pato. Eso sí, la inercia favorable de los amarillos era notoria y cerca estuvieron de marcharse con ventaja a vestuarios, aunque Jesús Herrero detuvo el doble-penalti de Chino.
Tras el descanso, la igualdad sobre el 40x20 era máxima y ninguno de los dos equipos lograba hacerse con el control de forma clara. No obstante, ambos gozaron de oportunidades para ponerse por delante, aunque, al igual que había sucedido en la primera mitad, los porteros seguían demostrando un nivel espectacular para mantener el resultado. Una igualdad que se terminó rompiendo a balón parado. Y es que, cuando el partido se acercaba ya al ecuador del segundo acto, Pablo Taborda sacó de esquina y encontró en el costado contrario a Chino, quien conectó una volea impresionante y puso el 1-2 con un misil directo a la escuadra derecha de la portería de Herrero, que poco pudo hacer ante un disparo de tal magnitud.
Ese gol sí que pareció hacer más mella en la moral de los de Torrejón de Ardoz, que tiraron de orgullo y lo intentaron de todas formas posibles, aunque siempre se encontraban con el buen hacer del meta rival. Y ya en la recta final, con el Inter jugando a pecho descubierto, de nuevo Alan Brandi aprovechó un saque largo de Espíndola para plantarse en el mano a mano y, al igual que había logrado en el primer tanto, mandar el balón al fondo de las mallas (1-3), el cual supuso el tanto definitivo para que su equipo se hiciera con la victoria.
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