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Crónica

El Bujalance tira de orgullo en Coín

Celebración de un triunfo del Bujalance.

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El sueño del Bujalance arrancaba en Málaga. Hasta el Municipal de Coín se desplazaron los pupilos de Fermín Hidalgo para el inicio de la segunda fase en Segunda B, y la cual puede otorgarle tanto una posible participación en la próxima edición de la Copa del Rey, como el premio más deseado, que no es otro que el ascenso a la categoría de plata de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Y con esa ambición viajaba un club que busca recuperar el estatus de antaño, en una de las localidades con mayor arraigo de toda la provincia cordobesa, y además, con varios futbolistas con pasado muy reciente en una división profesional. Ingredientes perfectos y ninguna presión, pues todo lo que estaba por llegar era pura recompensa al gran trabajo de la campaña. Y ésta nueva historia no ha podido empezar mejor.

El choque se inició a un ritmo de vértigo, y fueron los de Bujalance los encargados de asestar el primer golpe. En efecto, apenas habían transcurrido unos segundos de partido cuando Pedro Catiti lograba rematar con acierto un disparo cruzado tras saque de banda, mediante el que conseguía inaugurar el electrónico. Una salida efervescente del equipo visitante, que con el tanto se fue en tromba a por más. Hambre desatada, aunque dicho ánimo trataría de rebajarlo el conjunto local, que tuvo su primer acercamiento en la siguiente acción, aunque en este caso el disparo se marchó alto. 

Eso sí, no tardó mucho en facturar la UD Coineña en un enfrentamiento que transcurrió en sus primeros compases entre idas y vueltas. Poco a poco se fueron haciendo dueños del balón los malagueños, y la insistencia acabaría teniendo resultados mediante un golpeo lejano de Germán que rechaza Zafra, aunque de nuevo vuelve a aparecer un jugador local para batir la meta del Bujalance, ya sin opción para el arquero visitante. Siguieron apretando los malacitanos, ya en modo acoso y derribo, lo que les permitiría darle la vuelta al electrónico en el 7’ de juego. Fue otra vez en segunda jugada, tras un disparo de lejos que vuelve a detener Zafra, pero el rechace volvía a caer en los pies de un futbolista local para hacer el 2-1. 

Hidalgo se vio entonces obligado a parar el partido ante la sangría que se estaba dando. Pero tampoco dio frutos, ya que un desajuste defensivo en la salida del Bujalance acabó en robo de Óscar que se plantó ante Zafra y la cruzó ampliando aún más la diferencia. Estaban desactivados por aquel entonces los cordobeses, que solo a base de orgullo pudieron devolver la serenidad a su juego. El portero-jugador sería la última bala visitante antes del descanso, aunque tampoco daría los frutos esperados. Con todo, al menos se pudo frenar el asedio.

La pausa conllevó una mayor igualdad y una cierta relajación en el juego por parte de ambas plantillas. Todo lo contrario a lo que se vio durante los primeros 20 minutos, ya que los primeros compases del segundo acto apenas gozaron de oportunidades. Entre idas y venidas sin excesivo peligro transcurría el partido, y el Bujalance seguía remando contracorriente. Pero lo que es el deporte, que un abrir y cerrar de ojos puede cambiar de inmediato. Casi de la nada surgió la chispa visitante. Acciones de esas de pura magia. Pedro se lanzó por banda en una jugada individual en la que dejó atrás a un jugador malagueño y lanzó un latigazo potente que se colaba por bajo.

Así, como ya ocurriera en la primera mitad, el tanto dio alas a los cordobeses, que apenas un minuto después subieron el empate al electrónico mediante una jugada ensayada en la que un rechace trastabillado se acaba introduciendo en la meta del Coín. Pero no acabó ahí el tramo de locura cordobés, pues segundos después, un saque de esquina finalizó en remate de Pedro, el cual lograba voltear otra vez el electrónico, y que obligada ahora el técnico local a detener el partido. Éxtasis total en el banquillo bujalanceño. Minutos de puro vértigo, que dieron máxima confianza al equipo de Fermín Hildalgo. Cristóbal aumentaría la renta hasta el quinto gol, ante lo cual, Coín optó por el portero-jugador con cinco minutos por delante. Y en plena ofensiva a la desesperada de los malagueños, otra vez Pedro aprovechó para hacer el cuarto en su cuenta particular y poner la puntilla con el definitivo 3-6 que da al Bujalance la primera victoria de un sueño que sigue muy vivo. 

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