Fútbol sala
Ana Rodríguez, seguridad para la portería del Deportivo Córdoba
Una incorporación necesaria y más aún si quiere volver a pelear por el ascenso a la máxima categoría de este deporte a nivel nacional, ya que está conformando un nuevo plantel desde las bases. Gracias a esto, el Deportivo Córdoba y Ana Rodríguez han llegado a un acuerdo para la incorporación de la portera la próxima campaña 2022-23 a la primera plantilla, que llega procedente del Club Deportivo Adeval, donde militó el pasado curso en categoría provincial.
La guardameta pacense, nacida en Fregenal de la Sierra, se autodefine de manera muy clara. “A nivel personal como una mujer muy sencilla, básica, que es un poco lo que más me resume, y es que con poco ya tengo suficiente, y la familia y todo lo más llano es lo que soy”. “En el plano deportivo, me considero portera, pero durante muchos años he jugado de central y cierre, y eso creo que es un plus para una portera, sobre todo en el tema de las salidas, para el corte y por el juego de pies, y también pienso que en cuanto a reflejos y el movimiento en portería lo he mejorado mucho este último año, exprimiendo unas cualidades que no sabía que tenía, y como me gusta mucho aprender, voy para adelante con todo lo que puedan extraer de mí”.
A sus 25 años, Ana repasa su trayectoria deportiva desde sus inicios. “Empecé de pequeña jugando al fútbol en el barrio, y de ahí mi primo me llevó a jugar al fútbol sala, y allí en Extremadura si quería seguir progresando tenía que jugar de cierre, que también resultaba más entretenido. Luego pasé a jugar a fútbol-7 en Jerez de los Caballeros, aunque años después tuvo que aparcarlo por temas de estudios, y regresé al fútbol sala ya aquí, en el Córdoba Patrimonio. Desde entonces ya son cinco años, los dos últimos como portera, especialmente esta pasada temporada ya en el Adeval, donde más han confiado en mí”.
Será ésta la primera experiencia de Ana en una categoría como Segunda División, sobre lo que reconoce que “sinceramente es un orgullo dar este salto”. “Todas las niñas desde chicas sueñan con esto, con alcanzar un nivel y darle de bruces a la vida por lo complicado que es el fútbol sala femenino, y es que al final no sabes si puedes llegar a tanto... Por otro lado, reconozco también algo de miedo porque, aunque todo el mundo ve mi potencial, a veces una duda sobre si se están creando unas expectativas demasiado altas y a lo mejor no vas a poder llegar, que resulta un poco agobiante, pero también te mentalices de que sí, y si ellos lo han visto, ¿por qué no voy a creérmelo?”.
Sobre la temporada que se avecina, para la que queda algo de un mes, la portera espera, sobre todo, “aprender” y exprimirse al “máximo”. “Dar todo lo que pueda de mí, que no quede ninguna duda sobre lo que podría haber sido como portera, que es la espinita que he tenido siempre y ahora estoy consiguiendo sacarla... Y con todo ello, confío en que sea un año bastante fructífero, que estén contentos conmigo y que los que han confiado en mí no se sientan disgustados. Trataré de darlo todo y luchar por ello para que sea un buen año”.
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