Flores, Hervás, Vico... La maldición de la estrella local
Los últimos ídolos de la cantera cordobesista viven momentos complicados tras el cierre del mercado de fichajes en verano
Seguro que ha oído corear sus nombres en el graderío de El Arcángel. A lo mejor usted mismo lo ha hecho. Todos representaron en su día la seductora historia del chico de barrio que progresa en los escalafones inferiores del club de su ciudad y que, de un modo u otro, termina en el primer equipo. A los aficionados les vuelve locos ver a un joven de la casa entre los grandes. Al principio se les perdona todo y, al final, se les agobia con exigencias desmedidas, en una transición sentimental tan vertiginosa como sus propias carreras. Se les coloca un apodo y se les pide, de mejores o peores maneras, que ofrezcan el espectáculo y el rendimiento que seguramente otros, con mejor sueldo y mayor experiencia, no son capaces de proporcionar. Así funciona esto. Y que venga lo que tenga que venir. Y si es un pretendiente con dinerito fresco, mejor.
La perla de Fátima. El mago del Guadalquivir. El crack del 29. El cordobesismo se emocionó con todos ellos. Ahora el aficionado observa con perplejidad el giro inesperado de las trayectorias deportivas de quienes fueron depositarios de sus esperanzas. Javi Flores y Javi Hervás se encuentran en el paro, a la espera de un equipo que les contrate esta temporada. Y Fede Vico, al menos, tiene un lugar donde trabajar, aunque sea confinado en la cárcel de oro del Anderlecht belga.
En la madrugada del lunes finalizó el plazo para realizar fichajes y hubo quienes se quedaron esperando una llamada. Javi Flores (Córdoba, 1986) despachó una temporada sobresaliente en el Real Murcia, con el que fue titular en Segunda B y llegó a jugar el play off de ascenso a Segunda. Regresar a la categoría de plata era la pretensión del punta de Fátima, que a sus 29 años está en un momento crucial de su carrera. Aguardó una oferta y tensó la cuerda hasta el final, pero el ofrecimiento deseado no llegó y la opción de retornar al conjunto pimentonero, o fichar por el Cartagena o el Atlético Baleares, que se interesaron en su día por él, no prosperó porque el tiempo se había echado encima y todos tenían cubiertas las plazas. Javi Flores, criado en la cantera blanquiverde desde los 7 años, salió en 2011 del club al verse afectado por un ERE. Pasó por el Getafe B y el Elche, con el que logró un ascenso a Primera. Una grave lesión le frenó en seco y al recuperarse fichó por el Real Murcia, con el que cumplió con creces. Podría fichar en cualquier momento por un equipo.
Lo de Javi Hervás (Córdoba, 1989) resulta sorprendente. Fue el futbolista revelación de la temporada 2011-12 en Segunda y una pieza básica en el excelente Córdoba que se inventó Paco Jémez. El técnico del Zumbacón lo rescató del filial de Tercera y le hizo titular en Segunda. El talentoso mediocampista despachó los mejores meses de su vida y llamó la atención del Sevilla, que pagó 1,2 millones de euros por él y le hizo un contrato de cinco años. Nunca llegó a contar para el primer equipo de Nervión, con el que actuó en nueve partidos en Primera antes de empezar su carrusel de cesiones. Le enviaron al Hércules y al Sabadell, en Segunda. Con ambos equipos descendió a Segunda B. Este verano, con 26 años, se encontró con las puertas cerradas en el Pizjuán. Unai Emery no le tenía en sus planes y el cordobés llegó a un acuerdo para rescindir el contrato. Está sin equipo.
Fede Vico (Córdoba, 1994) podrá decir que ha tenido el privilegio de ser uno de los pocos cordobeses que ha jugado en Primera División con el club de su tierra. Lo hizo en un curso aciago en lo colectivo, y frustrante en lo individual para el extremo zurdo de Ciudad Jardín, que fue en su día un futbolista precoz. De los más jóvenes en debutar en el primer equipo y en marcar, pasó directamente de los juveniles a la primera plantilla y encontró confianza en Paco Jémez y Rafa Berges, dos entrenadores que le dosificaron y pulieron al tiempo que Vico iba acumulando partidos en las selecciones nacionales inferiores. Su caché crecía por momentos. Con casi sesenta partidos en Segunda cuando apenas había cumplido la mayoría de edad, Fede Vico empezó a tener ofertas. Lo fichó por 1,5 millones el Anderlecht, un histórico europeo, después de su brillante papel en el Europeo Sub 19 con España. En el club de Bruselas no llegó a jugar un solo partido oficial. Le cedieron al Oostende y en la temporada pasada, en el último día del mercado, tuvo la opción de regresar al Córdoba. Disputó 20 partidos con los blanquiverdes. Este verano se especuló con una salida de la entidad belga, pero finalmente se reintegra para formar parte del equipo sub 21. Una aventura para el de Ciudad Jardín, que esta misma mañana ha expresado sus sensaciones en un emotivo mensaje enlazado a la cuenta de Twitter oficial del Anderlecth.
“Hoy toca retomar la vida fuera de casa, lejos de mi tierra y, sobre todo, sin el calor de mis seres queridos. Después de un verano con un futuro incierto y las maletas preparadas en todo momento, he decidido, y así ha querido que fuese el destino, partir de nuevo para Bruselas. Es difícil explicar todo lo que ha pasado, pero lo que sí tengo claro, y es fácil de comprender, es que la vida se vive día a día y que el tren, con suerte, pasa dos veces máximo. Así ha sido esta vez. No pienso desaprovechar la oportunidad que llamó a mi puerta hace dos años de jugar en un equipo como el Anderlecht. Voy con toda la ilusión de volver a jugar y disfrutar de este deporte tan bonito y jodido en ocasiones. Muchas gracias por el apoyo de mis seres queridos y a los que han estado a mi alrededor. Un abrazo y a disfrutar. Que nadie sea el dueño de tu porvenir”, explica el internacional juvenil cordobés.
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