Esperando lo extraordinario
El equipo tuvo mejor aspecto en el campo. Hizo sus cosas. No fue brillante, ni nadie lo pretendía. Tampoco se le exigió. Sólo había que ser práctico, eficaz, resultadista. El Córdoba, con su tercer entrenador en dieciocho jornadas, no fue capaz de doblegar al Rayo Vallecano en El Arcángel, donde se registró un ambiente volcánico. Las protestas contra los González por su gestión al frente del club marcaron los prolegómenos y el partido en sí, con una insurrección que se pudo detectar en distintos focos del estadio: desde el fondo de Incondicionales hasta la Grada de Animación impulsada por el propio club y que esta vez, con sus habituales pancartas arrancadas, optó por gritar contra la propiedad.
Es lo que tienen las crisis. El personal busca culpables. Aquí ya los ha encontrado y señalado: están en el palco. Lo que ocurre en el césped es otra historia. Que depende directamente de las decisiones en los despachos, obviamente, pero en la que aún queda viva la ficción para el cordobesista de ser partícipe directo de lo que pueda ocurrir. Y ahí siguen, animando con más corazón que lógica, esperando que suceda algo extraordinario.
Como fuera de lo corriente es que un defensa firme un doblete en un partido del Córdoba. Caro no había marcado un par en toda su carrera profesional. Este domingo los celebró ante el Rayo Vallecano. Fueron dos impecables remates de cabeza a centros de su compañero Javi Lara. Con el 2-0 parecía que todo iba a cambiar, pero... “El equipo se ha vaciado durante los noventa minutos. El camino a seguir debe ser el de los primeros cuarenta y cinco minutos, mantenerlo durante los noventa y los resultados así terminarán llegando”, dijo al final en la zona mixta. El Córdoba no había ganado. El empate deja cierta tranquilidad de conciencia, pero no evita que los blanquiverdes prolonguen sus rachas negativas: cinco semanas de colistas, diez partidos sin ganar. Una dinámica horrorosa.
“Te vas jodido. Al final es un palo gordo para el equipo, ya que tras una buena primera parte, te vacías y luego a ocho minutos del final llega otro varapalo.Todo lo que sea positivo, como hoy el balón parado, hay que mantenerlo. La pizarra en esta categoría da muchos puntos, debido a la igualdad, por lo que los goles a balón parado son muy importantes. Hemos sabido aprovechar hoy dos de ellas, pero luego te empatan y te jode”, relató ante los periodistas.
Con 13 puntos sumados y 35 goles encajados, el Córdoba está enquistado en el último lugar. A seis de una permanencia cuyo límite marca el Almería. El sábado próximo rendirá visita al Estadio de los Juegos Mediterráneos para abordar una cita a la que le encajan todos los calificativos dramáticos que uno le quiera poner. En el banquillo rival estará Lucas Alcaraz, el último técnico que fue capaz de estar dos temporadas completas seguidas en el club. “La clasificación no la miramos. Te puede lastrar, no tiene nada positivo mirar la clasificación y verte ahí. Sabemos que tenemos que sacar los tres puntos y utilizarlos como trampolín para ir hacia arriba y olvidar todo lo que ha pasado. No sé ya qué necesitamos para ganar un partido”, apuntó el zaguero sevillano.
Este lunes se inicia el trabajo para el duelo ante el Almería. Con Jorge Romero en el banquillo. La situación de interinidad que el club apuntó cuando destituyó a Juan Merino sigue en el aire. “A mí me dijeron: coge al equipo y ya se verá”, confesó el cordobés ante los medios en las vísperas de su debut en una categoría profesional. Ya se irá viendo, pues. De momento, el Córdoba enseñó una cara más dinámica y los jugadores -la mayoría de ellos- mostraron implicación y entrega. El plantel tendrá jornada de descanso el martes y se ejercitará el resto de los días con puerta cerrada en las prácticas del jueves y el viernes, esta última en El Arcángel. El próximo sábado, a las 20:00 horas, volverá a examinarse en su última salida del año. Luego se despedirá de 2017 el miércoles 20 en casa ante el Reus de López Garai. Dos partidos vitales, en los que el Córdoba espera -con una actuación activa por su parte, se sobreentiende- que las cosas pasen.
0