La ecuación del banquillo del Córdoba
La última pieza de la cúpula técnica está al caer en el Córdoba, que busca cubrir el puesto de entrenador en medio de una situación que se ha complicado. El preferido, Raúl Agné, recibió una propuesta del Numancia y todo apunta a que el zaragozano tomará rumbo hacia Soria para suplir en un banquillo de Segunda División al excordobesista Aritz López Garai. Son las leyes del mercado. Después de haber cubierto las plazas de director deportivo con Alfonso Serrano y la de secretario técnico con Jorge Rodríguez de Cózar, la entidad que preside Jesús León quiere cerrar la contratación del jefe del banquillo.
Con Agné más alejado que a principios de semana y prácticamente descartado, podría reactivarse la opción de ir a por José María Salmerón. ¿Qué obstáculo hay? Pues que a día de hoy no hay un único pretendiente para el técnico almeriense, que hizo campeón de Segunda B al Recreativo pero que se quedó sin ascenso después de encajar un gol del Mirandés en el descuento en el Colombino. Tenía renovación automática en caso de un ascenso que finalmente no se produjo, aunque en Huelva le idolatran.
Tras el mazazo, Salmerón tendrá que decidir su futuro en los próximos días y el Córdoba -que en su día ya le sondeó en una operación que parecía ligada a la llegada del director deportivo del Recre, Óscar Carazo, que no seguirá en el Colombino- está a la expectativa. Serrano y De Cózar, perfecto conocedor de la Segunda B, pueden entrar en juego para tentar a un técnico que ha subido su cotización en los últimos años. De hecho, hay clubes de Segunda que le miran con ojos golosos, además de equipos punteros del Grupo IV como el UCAM Murcia -al que ya ascendió- o el Cartagena, que se ha quedado un año más en puertas de regresar a Segunda.
El Recre da por perdido a Salmerón. Tras hacer al Decano campeón, con una histórica racha de 22 jornadas sin conocer la derrota, Salmerón devolvió el orgullo a un club señero que arrastraba tres cursos seguidos peleando agónicamente por la permanencia.
José María Salmerón, almeriense de 52 años, lleva casi veinte como entrenador en equipos de Segunda y Segunda B. Ha ocupado en la división de plata los banquillos del Polideportivo Ejido, Lorca, Alavés y UCAM Murcia, mientras que en Segunda B ha dirigido a Almería, Fuenlabrada, UCAM Murcia, Real Murcia y Recreativo de Huelva.
En la agenda figuran también los nombres de Aitor Larrazábal o Julián Calero, el primero que sonó como futurible y que sigue estando libre. El vasco, exjugador del Athletic de Bilbao, estuvo a finales de la temporada 15-16 en el Marbella -club del que procede el nuevo secretario técnico, De Cózar- aunque solo por tres partidos. Suplió a Loren Morón y salvò del descenso al club de la Costa del Sol. Luego regresó a su tierra, donde
había dirigido al Lemona y al Gatika antes de bajar al sur. El Amorebieta en la 16-17 y el Barakaldo, en los dos últimos cursos, han sido los destinos profesionales de Larrazábal, de 47 años.
Julián Calero, madrileño de 48 años, tuvo como último destino como técnico el Navalcarnero, del grupo I de la Segunda B, al que estuvo a punto de clasificar para la fase de ascenso a Segunda pese a tener uno de los presupuestos más bajos en el campeonato 17-18. Anteriormente estuvo en el Parla, Al Jazira, el Atlético Pinto y el Alcorcón B. Como ayudante formó parte del equipo técnico de Julen Lopetegui en el Oporto y también estuvo de segundo con Fernando Hierro en el Oviedo y en la selección de España en el último Mundial de Rusia 2018. Los intereses de Julián Calero los defiende la agencia Mesas Sport, de la que es socio el director general del Córdoba, Alfredo García Amado.
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