“¿Dónde están los hielos?”: el botellón sigue atrayendo a gente joven a la Feria de Córdoba

La odisea de los miércoles de feria ha llegado. Ahora más aún después de las temperaturas. El calor ha llegado a la capital cordobesa justo a tiempo. Todo el mundo agradecía que los grados no subiesen en demasía justo en el primer fin de semana de la Feria de Córdoba 2025. Sin embargo, eso ha cambiado. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado los primeros avisos por esta problemática, a las puertas de los días más fuertes de esta fiesta. De hecho, este miércoles llegaba la afluencia de gente joven al botellódromo y la mayoría buscaba antes un par de hielos que alcohol.
Las horas han cambiado. Antes los jóvenes llegaban al Balcón del Guadalquivir, incluso, después de las clases. Muchos dejaban sus bolsas a las 15:00, llenándose de juventud muy temprano. Sin embargo, eso con el paso del tiempo ha dejado de suceder. A las 20:00 seguía habiendo numerosos huecos, aunque ya sí que los universitarios ya mostraban sus camisetas propias de las titulaciones que estudian. Buen rollo, mucha conversación, música y la búsqueda de los hielos para paliar el calor. Y es que sí. Las temperaturas han vuelto a ser un condicionante en la Feria de Córdoba 2025.
Al principio todo son risas, pero cuando el sol pega a la mayoría del botellódromo -únicamente a excepción del puerto y en menos cantidad porque ahora los jóvenes no quieren pasar calor- pues el paso de las horas hace que sea una auténtica odisea. No son pocos los jóvenes que necesitan asistencia de sus propios amigos o incluso los que se salen en busca de una fuente para echarse simplemente agua tanto en el cuello como en la cara. Aun así, ahorrar en la Feria es “necesario” para muchos. “Lo que no puede ser es que cueste una jarra de rebujito 13 euros. Prefiero venir aquí y consumir menos en las casetas”, replican algunos a este periódico.

Por otro lado, con el paso de las horas también no solo hace mella el calor, sino que también el alcohol. Todo apunta a que el parte de incidencias tanto de la Policía Local como de la Nacional aumente por la intoxicación de esta sustancia. Las sirenas de las ambulancias comenzaban a sonar y había gente que tenía que apoyarse en los hombros de sus amigos para intentar vomitar y descansar lejos del botellódromo.
Una imagen que entristece, junto a la basura que se acumula, y que deja en muy mal lugar al botellón en la Feria de Córdoba. Muchos opinan que habría que quitarlo, otros, en cambio, que debería quedarse pero con más seguridad. Por último, hay quienes piensan que habría que dejarlo tal y como se encuentra. Mientras tanto, los jóvenes siguen a lo suyo: “¿dónde están los hielos?”, se preguntan muchos mientras las horas en el botellódromo se van acumulando, justo antes de encarar el camino a las casetas.
Ahora tocaba ir a las casetas. Que para eso han estado un buen rato en el Balcón del Guadalquivir. Muchos tratan de peinarse un poco. La mayoría quieren bailar y empezar el último tramo de la Feria de Córdoba tal y como se esperaban o, en algunos casos, recuerdan. Y es que, en todo momento, se debe beber con moderación y respetar al otro que se encuentra en el recinto ferial. La diversión está asegurada, con o sin botellódromo. El debate vuelve a estar sobre la mesa sobre si el botellón debe existir. De momento, los jóvenes lo aprovechan, con todas las consecuencias que eso trae.

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