Deivid, más jefe que nunca en un Córdoba líder
El central canario es el único que ha jugado los 16 partidos completos en la Liga | “Sabemos sufrir”, dijo tras la victoria ante el Oviedo y el primer puesto en solitario de Segunda División
Alzó los brazos, esbozó una sonrisa cansada y se marchó con la sensación íntima de haber salido triunfador en una de las batallas más cruentas de la Liga. El Córdoba necesitaba ganar para ser líder y lo hizo. Deivid estuvo allí, dejando una estampa que recordaba al coronel Custer en Little Big Horn. Sus compañeros iban cayendo y a él le tocaba mantener la bandera y ordenar a los nuevos soldados, algunos de ellos sin ninguna experiencia en este tipo de situaciones. Pero ellos no murieron con las botas puestas.
Se rompió Stankevicius a los 23 minutos. Después, y tras el gol del Oviedo, se fue lesionado Héctor Rodas. Dos de los habituales compañeros de briega desde el arranque del campeonato. El tercero, Domingo Cisma, ni siquiera pudo salir. Le suplió Abel Moreno, un chico que llegó desde la cantera del Sevilla y tenía su expediente de partidos en Segunda totalmente limpio. La situación era dura. Deivid resistió, achicó agua, mandó y arengó al resto para mantener el 2-1 y la primera posición de la Liga. Al final, recibieron el aplauso de su técnico, Oltra, en la sala de prensa. “Me gustó el cuarteto que terminó en defensa), apuntó el valenciano. Ese grupo lo componían Albert Dalmau en la derecha, Abel Moreno en la izquierda, Rafa Gálvez como central y el jefe: Deivid. Lo nunca visto.
“Nos pasa de todo con las lesiones y así es bastante complicado, pero hemos demostrado que sabemos sufrir”, dijo el canario, quien resaltó que el Córdoba “tiene calidad para jugar el balón”, pero también ofrece buenas prestaciones en la otra cara, fundamental: “Hay que saber controlar y seguir aunque las cosas no vayan bien”. “Por eso somos líderes”, concluyó. El debut de Abel, que ha entrenado habitualmente con el primer equipo pero nunca había salido a competir oficialmente, hizo que Deivid tuviera que estar pendiente. “Casi me quedo ronco corrigiéndole algunas cosas”, expuso entre sonrisas, ya que “hay que ayudarle porque el ritmo en defensa es más complicado”. Dalmau y Gálvez también salieron al frente y dieron la talla. “Es importante esto, igual que la entrada de Víctor, que no estaba saliendo antes. Eso es bueno porque esto son 42 jornadas y hace falta la ayuda de todos, porque se acabará haciendo largo”.
Deivid ha quedado como el único jugador de la plantilla que ha estado presente en el césped en todos y cada uno de los minutos de los 16 encuentros disputados. El canario es una pieza de importancia capital en el sistema de Oltra, que tiene en él a un seguro en la retaguardia. Con el liderato agarrado y la visita a Girona (domingo, 19:15) en el horizonte, queda por saber cómo podrá recomponerse una zaga que se ha resquebrajado.
A día de hoy el Córdoba tiene a Domingo Cisma, Marius Stankevicius y Héctor Rodas en la enfermería. El caso del central levantino parece el más preocupante. No estará en ningún caso en Montilivi, porque al salir del campo forzó una tarjeta -la quinta del ciclo- en previsión de una baja. Deivid, que tiene cuatro amonestaciones, ve el porvenir con optimismo: “Somos líderes. Esto no es fácil, pero sabemos dar la cara. Se nos hizo largo, pero si se acaba así siempre, bendito sufrimiento”.
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