El Córdoba quiere reforzar el equipo con un capellán
Toda ayuda es poca para el Córdoba, que tiene su porvenir deportivo en vilo. Más allá del tópico de rigor, el club busca algo parecido a un milagro. Jesús León, el máximo accionista y presidente, ha acudido hoy al lugar en el que de modo más directo se pueden escuchar sus plegarias: el Palacio Episcopal. Allí se ha entrevistado con el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, al que pidió que “ayude, en la medida de las posibilidades, a que el equipo consiga la permanencia en la categoría”. Como primera medida, el mandatario blanquiverde ha pedido a la máxima autoridad católica de Córdoba un fichaje: un sacerdote que ejerza como capellán en el vestuario.
León ha explicado que el club “pretende recuperar esta figura” en la entidad deportiva con el propósito de “mantener los valores de antaño y cultivar las relaciones con el Obispado”, al entender que se trata de una “institución que representa a muchos aficionados”, ha indicado el club a través de una nota de prensa. El presidente estuvo acompañado de miembros de su consejo de administración -Diego Molina, Antonio Romero Campanero, Magdalena Entrenas, Joaquín Zulategui y Manuel Garrido- y del director general deportivo, Luis Oliver, en una reunión enmarcada dentro de la ronda de contactos de la nueva propiedad del club con los representantes institucionales y de diversos colectivos.
Demetrio Fernández recibió por parte del presidente del Córdoba un obsequio especial: la camiseta del equipo personalizada y con el número 33 -“la edad de Cristo”, según ha dicho el club en su comunicado- y un balón firmado, además de una invitación a asistir a un partido de Liga. El Obispo se ha comprometido verbalmente, según señala el club, a designar a un sacerdote para desempeñar la función de capellán “una vez quede definido en sus órganos de gestión interna”.
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