El Córdoba, de parón casi nueve años después

No hay fútbol. Es lo que toca. Por salud, prevención y protección, las competiciones deportivas echan el cierre momentáneo. En este caso, ha sido el coronavirus, primera vez en la historia del fútbol español que se echa el freno a los campeonatos ligueros por una pandemia global, según lo catalogó la OMS. Sin embargo, en otras ocasiones y por otros motivos, también se ha parado la liga, aunque más bien por temas administrativos o laborales.

En este caso, según apunta Álvaro Vega (@laligaennumeros en Twitter), en 2011 tuvo lugar el último parón competitivo en España. Los futbolistas de Primera y Segunda División, representados por la AFE de Luis Rubiales, reclamaban a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) unas deudas de 50 millones de euros que afectaban a 200 futbolistas profesionales. Los jugadores convocaron una huelga de dos jornadas, pero finalmente José Luis Astiazarán, entonces presidente de la patronal, y Luis Rubiales, llegaron a un acuerdo para el pago de las deudas pasada una jornada de la estipulada en el parón. De este modo, el Elche-Córdoba, programado para la primera jornada de Segunda División, se jugó en octubre y se saldó con una victoria cordobesista (0-1) con gol de Borja García.

Para llegar al anterior parón de competición hay que remontarse a los años ochenta. En 1984, la LFP estaba en pañales tras aprobar sus estatutos en julio de ese mismo año. Los jugadores trasladaban sus reclamaciones por los derechos de imagen y los clubes decidieron jugar la primera jornada de ese campeonato con los juveniles. Sin embargo, este parón no afectó al equipo blanquiverde, que por entonces se encontraba en Tercera División. Algo similar sucedió en la temporada 1981-82, donde los clubes profesionales no jugaron la primera jornada y jugaron la segunda también con el equipo juvenil. En el año 79 fue uno de los parones deportivos más sonados, conocido como la “huelga de las botas caídas”, donde los futbolistas reclamaron sus derechos -regulación laboral o vacaciones, entre otras exigencias- ante los propios clubes y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

La Guerra Civil fue el motivo de la primera de las suspensiones competitivas en la historia del balompié español. Cuando se terminó la temporada 35-36, con el Athletic Club como campeón de Primera División, se suspendieron las tres siguientes campañas por motivo bélico. Por aquel entonces, el Racing Fútbol de Córdoba, germen del actual Córdoba CF, no aspiraba a estar entre los mejores del país y vagaba por categorías inferiores.