El Córdoba y la 'miniliga' de los desheredados
Con los tópicos que se escuchan en las vísperas y los pospartidos, las campañas de marketing con lemas épicos y las apelaciones al honor y la fidelidad al escudo que se escuchan en Córdoba, Tarragona, Almendralejo y Lugo en los últimos meses se podría escribir un tratado sobre el fútbol ficción. Sobre los deseos frustrados, los planes desbaratados y la existencia de los milagros. Que existen, qué duda cabe. El Córdoba puede contar algunos de ellos. Y en estos días espera que suceda uno monumental: la mayor hazaña de salvación de todos los tiempos. Ya protagonizó el curso pasado una remontada para los anales de la Segunda División, con 32 puntos sumados en las últimas 16 jornadas -en las que ganó 10 veces- para alcanzar la salvación superando los 50. Ahora suma 23 y quedan 33 puntos en disputa. “No voy a tirar la toalla jamás”, dejó dicho el entrenador cordobesista, Rafa Navarro, después de arrancar un punto en Cádiz en una actuación bastante decente, aunque insuficiente para aspirar a dar la vuelta a un destino amenazante. Las cuentas están ahí y los adversarios están señalados.
Con el Reus ya condenado por su expulsión de la Liga, quedan tres plazas de descenso a Segunda B. Con cuatro equipos separados por 9 puntos, no parece probable que se añada nadie más a esta pelea de perros en la que solo se salvará uno. El Córdoba (23 puntos), es último, con el Nástic (24 puntos) por delante. El Extremadura (30) cierra el vagón de los últimos. La línea de la salvación la marca el Lugo, que suma 32 puntos. Por encima de los gallegos, ni por puntos ni por sensaciones ni por dinámicas parece posible que nadie se vea involucrado en problemas. Zaragoza, Rayo, Majadahonda, Tenerife y Numancia respiran más tranquilos, como un Elche que ya se ha metido en la mitad de la tabla con 39 puntos. Mal que bien, todos lograron enganchar una rachita interesante para amasar sus opciones de permanencia en Segunda. Los que están abajo no podrán decir que es algo casual. Llevan ahí metidos desde agosto del año pasado.
Lugo, Extremadura y Nástic ya han “jugado” contra el Reus y han sumado su 1-0 correspondiente. El Córdoba aún tendrá que esperar para sumar esa victoria hasta la jornada 37, en el primer fin de semana de mayo. Por delante tienen los cordobesistas encuentros en casa (Mallorca, Lugo, Zaragoza, Nástic y Osasuna) y fuera (Elche, Oviedo, Las Palmas, Rayo Majadahonda y Deportivo). En El Arcángel no se le puede escapar nada y en sus viajes tendrá que mejorar su balance: es el peor de la categoría y solo ha ganado una vez. La mutación debe ser brutal.
También los vecinos del sótano tendrán que dar un giro radical a su aspecto y a sus resultados. De hecho, ninguno ha sido capaz de reaccionar en la segunda vuelta del campeonato, después de que todos hayan hecho fichajes en el mercado invernal y algunos, como el Córdoba y el Extremadura, nuevos cambios de entrenador. Los que estaban abajo al final de la primera vuelta son los peores de la segunda: el Córdoba solamente ha sumado 5 puntos de 30 posibles, mientras que el Nástic ha hecho 8, el Lugo 9 y el Extremadura otros 9. Los tres tienen ya los puntos de su partido inexistente frente al Reus, que aún le faltan a los blanquiverdes.
Todos tienen derecho a la esperanza, pero sobre la mesa hay un dato aterrador: los tres últimos de la tabla están atornillados ahí desde hace mucho tiempo. El Córdoba ha ocupado puesto de descenso desde la segunda jornada hasta la actual (30) y el Nástic (29) sólo estuvo fuera en las jornadas 5 y 6. El Extremadura estuvo fuera en la primera y segunda semana, y también entre las jornadas 15 y 18, para sumar un total de 25 fechas dentro de los cuatro últimos. Todos han vivido en el fango. El rival que tienen más al alcance, el Lugo, no ha tocado los puestos de descenso ni una sola vez, aunque los lleva rozando desde que en enero entró en declive.
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