El Córdoba se desangra con las rojas

Ya sea porque la tensión competitiva sube de grados, porque se cruza algún árbitro con exceso de celo o porque los protagonistas meten la pata, el Córdoba tiene un problema claro encima de la mesa: debe parar la hemorragia de las expulsiones. En las últimas seis jornadas de Liga, el equipo blanquiverde terminó en cuatro ocasiones en inferioridad numérica y hasta cinco jugadores tuvieron que marcharse prematuramente a la caseta. También Carrión, el técnico, al que mandaron fuera del banquillo por realizar observaciones al árbitro durante el partido ante el Alcorcón. Precisamente el único de esa media docena de citas que terminó con victoria.

El aluvión de expulsiones ha sido uno de los hechos más llamativos en los últimos meses. Durante la primera vuelta, el Córdoba fue uno de los pocos equipos que no vio ninguna tarjeta roja directa. El primero en salir de manera directa del césped fue Edu Ramos en el partido ante el UCAM Murcia. Areces Franco le echó por protestarle después de haberle señalado una falta en el centro del campo. Al malagueño le cayeron dos partidos de sanción. Después de un paréntesis en Lugo, el Córdoba volvió a casa para cruzarse con la Sociedad Deportiva Huesca. Ahí hubo dos víctimas: Sergio Aguza y Luso. El primero, que debutaba en su nuevo hogar después de haber sido fichado en el mercado invernal desde el Alcorcón, vio una doble amarilla en el minuto 67. La segunda se la enseñó el colegiado Pérez Pallás por cortar un avance del oscense Álvaro Vadillo en la banda. La decisión enervó al capitán, Luso, que lo observaba desde el banquillo. Vociferó y vio la roja. Al catalán le cayó un partido y el aragonés tuvo que cumplir dos de castigo.

En el Ciudad de Valencia, ante el líder Levante, el equipo terminó con once. No pudo hacerlo en el retorno a El Arcángel, ante el Alcorcón. En un partido de extrema tensión, el Córdoba perdió a Domingo Cisma por roja tras un enganchón del sevillano con Kadir, que también se fue a la ducha. En ese partido ante los alfareros, clave para los blanquiverdes después de más de cinco meses sin ganar con anfitriones y con un ambiente durísimo, salió también expulsado Luis Carrión por realizar observaciones al árbitro. ¿Consecuencias? Un partido de arresto para Domingo Cisma y dos partidos que le cayeron al técnico, que vio desde la grada del Nou Estadi de Tarragona cómo su equipo se volvía a quedar con uno menos y esta vez de manera prematura. Pedro Ríos vio la roja directa por soltar el brazo en una pugna en carrera sin el balón en juego.

En total, seis expulsiones en seis jornadas. Un vaivén que se añade a las lesiones, que no cesan especialmente en la línea defensiva. Antoñito lleva dos semanas sin competir, Deivid esta en la fase final de su recuperación y a Héctor Rodas le partieron literalmente la cara en Tarragona. La semana pasada volvió a entrenar Bijimine, recuperado de las lesiones de su accidente de tráfico. En la última expedición no estuvo el congoleño, que podría volver ante la devastadora situación en la defensa del Córdoba. Desde este martes empieza a trabajar en el asunto un Carrión que verá el duelo ante el Zaragoza desde la grada. Le queda un partido de castigo.