El Córdoba B obtiene una justa recompensa

El filial supera al Cabecense (3-2) en un partido complicado que termina con dos jugadores menos y es líder provisional del Grupo X | El Lucena cede ante el Écija (0-2) y mira a la zona baja

Apenas dos encuentros son suficientes para encontrar idéntico número de situaciones. Una tan diferente a la otra, y la otra tan desigual a la una. Los conjuntos cordobeses de Tercera atraviesan en la segunda jornada realidades completamente opuestas. De un lado, la ilusión no sólo continúa, sino que crece para el Córdoba B que, a falta de que termine la jornada, es líder del Grupo X. Del otro, el Lucena descubre que en el fútbol no basta con el nombre, ni con el cartel que se tenga colgado. Los celestes, que en principio deben de luchar por las posiciones de play off, supieron ante el Écija que los éxitos y los fracasos tienen lugar según lo que suceda en el terreno de juego. Cayeron por 0-2 este sábado y miran a la zona baja de la tabla. Con todo, la temporada acaba de comenzar y esta derrota es sólo un tropiezo. Como en su inicio está la campaña, no cabe tampoco la euforia en el filial blanquiverde, por mucho que el arranque liguero resulte tan alentador. Hay lugar al optimismo, pero con cautela, después de que los de Luis Miguel Carrión sumaran en la matinal del domingo su segundo triunfo consecutivo ante el Cabecense (3-2). La dificultad que encontraron en el partido es reflejo de que, en efecto, la competición no regala la felicidad.

Satisfacción por el resultado, y sus consecuencias, es lo que tiene el Córdoba B tras la segunda fecha del campeonato en el Grupo X de Tercera. Los califales lideran la tabla a falta de que termine la jornada y saben que, ocurra lo que ocurra, ocuparán otra vez plaza de play off. Como mínimo serán terceros, dado los encuentros que restan por disputar. Y será así después de que lograran sumar su segunda victoria del curso ante un Cabecense que complicó en exceso el camino hacia la misma. Los sevillanos, de hecho, tomaron ventaja en el marcador en una primera parte en la que estuvieron mejor. Aunque la alegría les duró poco: Sillero puso todo de su parte -su actuación evitó más dianas visitantes- y Javi Galán devolvió el equilibrio al tanteador antes de llegar al descanso. Tras el paso por vestuarios, el filial mejoró notablemente y tiró de calidad para completar la remontada. Los goles de Sebas Moyano y Quiles sirvieron finalmente para recoger tres puntos más, aunque tocó sufrir y hacer también un claro ejercicio de casta. Sobre todo, porque el partido entró en su tramo final en una fase más bronca que costó la expulsión al propio Sebas y a Abel Moreno. Sillero, el punta visitante, recortó diferencias a siete del final desde el punto de penalti. Pudo generar incertidumbre, pero ese tanto no evitó el alegrón de los de Carrión.

Todo lo contrario vive al paso de esta segunda jornada del Grupo X de Tercera el Lucena que, tras completar un duelo serio y sumar su primer punto en Guadalcacín, cayó este sábado ante el Écija. Lo hizo en su propio campo, un Ciudad de Lucena que, en cuanto a ambiente, no tiene en absoluto nada que ver con años recientes. La asistencia de la afición fue escasa y los problemas institucionales persisten. Sin embargo, la idea de la escuadra aracelitana estaba muy alejada de la bajada de brazos. Los de Juanlu Bernal pusieron todo de su parte para tratar de vencer el choque. Principalmente en el primer acto, en el que los astigitanos aparecieron timoratos. Una tarjeta roja, la que vio al filo del descanso Andrés Salas para los lucentinos, cambió el panorama. Y eso que el cuadro sevillano también sufrió una expulsión, la de Pablo Aguilera. El caso es que el conjunto visitante dio en el momento exacto un paso al frente y arrojó dos helados cubos de agua al cuadro celeste. En apenas tres minutos, entre el 62 y el 65, Ezequiel ejecutó con sendos tantos al que fuera su equipo. La derrota lleva a los de la capital de la Subbética a mirar de reojo a las posiciones de descenso.