Córdoba ardió con la NBA

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Si alguien se preguntaba las razones por las cuales la NBA es la organización mundial de referencia en el deporte profesional, seguramente podrá haber aclarado algunas de esas dudas con la visita al NBA Zone, que durante este fin de semana ha puesto el foco en Córdoba. Miles de seguidores del baloncesto, especialmente jóvenes, vivieron una experiencia única. Nunca se había visto algo similar en una ciudad que, recordemos, no cuenta con un equipo este deporte en el primer nivel. Jamás en la historia lo ha tenido. Los promotores de la actividad acentuaban su sorpresa. “En pocos lugares hemos visto tanto nivel de pasión”, aseguraban. Desde la tarde del viernes y hasta el mediodía del domingo, las colas han sido permanentes en un evento que ofreció experiencias multimedia y, principalmente, actuaciones de especialistas -mates, mascotas- y la presencia del jugador Jaylen Brown, un número 3 del Draft 2016 que milita en los Boston Celtics.

En las gradas hubo jugadores de equipos de Córdoba y la provincia, entrenadores de los principales clubes y hasta celebridades como Antonio Conde, árbitro cordobés de la Liga ACB, quien disfrutó como un chaval de las acrobacias de los Dunking Devils o Bango, la mascota de los Bucks de Milwaukee. El NBA Zone ofreció la posibilidad de que los más veteranos explicaran a las nuevas generaciones de que hubo vida antes de Curry. Y de Jordan. Y de Magic. En un espectacular mural se podía conocer el impacto en los 50 del primer gran pívot de la historia, George Mikan. El respeto por la historia es la esencia de esta maquinaria, que emplea las más modernas tecnologías y redes sociales para fidelizar a sus seguidores. El noventa por ciento de quienes desfilaban por la zona iba ataviado con su camiseta de algún equipo de la NBA.

¿Un negocio? Desde luego. Pero también algo más. Jaylen Brown estuvo visitando a los niños del hospital, conoció los principales centros del deporte -marcó un gol en El Arcángel con la camiseta del Córdoba y entrenó en el Palacio Vista Alegre- y no perdió la oportunidad para aconsejar a los jóvenes sobre la importancia de una vida sana y la ética del trabajo. Además, la NBA y el BBVA, entidad financiera que patrocina la liga estadounidense, dejaron un legado físico: la remodelación de dos de las pistas de los Jardines de Lepanto, cuyo pésimo estado era desde hace años motivo de queja de los usuarios de estas canchas callejeras. Un motivo más para no olvidar los tres días en los que la NBA pasó por Córdoba.