El complejo y poco vistoso camino del progreso sin gol
El empate del Córdoba en Alcorcón, tercero consecutivo de los blanquiverdes, deja un poso de inquietud y preguntas en el aire
El Córdoba lanzó tres disparos que terminaron rechazados por los postes. No marcó. Su rival tampoco. Y gracias a eso se pudo ir de Alcorcón con una sensación entre la alegría y el alivio. El 0-0 en Santo Domingo -un estadio en el que nunca antes había puntuado- mantiene a los de Pablo Villa en la órbita de los puestos de play off. Todo después de encadenar la tercera igualada consecutiva en liga, después de los empates a dos goles en Murcia y en El Arcángel ante el Gijón. En ambas citas los blanquiverdes encajaron un gol en el último suspiro del partido. En Alcorcón estuvo a punto de suceder lo mismo. La portería de Saizar repelió un tiro en los estertores de un partido que el Córdoba encaraba, desde el minuto 67, con un jugador menos por expulsión de Pedro.
Hay atenuantes, es cierto. Pero la sensación generalizada entre el cordobesismo es que hay asuntos por resolver. La cuestión es si tienen solución o, simplemente, habrá que parchearlos o camuflarlos. La materialización de ocasiones de gol es el básico, aunque la estadística de tantos acumulados ya no deja al Córdoba tan expuesto como hace unas jornadas. En Segunda, el gol escasea cada vez más. El promedio general de goles por partido decrece. “Teniendo en cuenta que no tenemos mucha capacidad ofensiva y con la ausencia de Xisco...”, confesó en los micrófonos de Canal Sur al final del partido el técnico Pablo Villa, quien admitió que no está “preocupado por los empates” porque el equipo está “en una buena dinámica y creciendo”.
En efecto, el campeonato está confirmando que quienes van arriba son, principalmente, los que menos goles encajan. Hay una llamativa excepción, precisamente el Alcorcón: sólo ha encajado 7 goles en 13 partidos, menos de la mitad que el líder Recre. Pero es que sólo ha marcado ocho y lleva seis jornadas sin celebrar una diana. A eso lo llaman crisis. “Fue una pena no haberse puesto por delante porque era un partido para al menos haber marcado un gol”, resaltó Luso, quien vio “en la primera parte un Córdoba bastante ofensivo, que intentó llevar la manija del partido”. Luego llegó la expulsión de Pedro, el replanteamiento y la versión más cicatera. Se dirá que no había otro remedio.
Esta semana el Córdoba vuelve a casa. El domingo llega el Hércules, una formación histórica que lleva un par de años metida en una espiral extraña. En el curso actual no sale de la zona baja, pese a haber realizado fichajes impactantes. Uno de ellos el de Javi Hervás, que ha recalado en Alicante cedido por el Sevilla. Y principalmente anda liado el Hércules -penúltimo, con sólo dos victorias: la última esta semana ante Las Palmas (2-1)- porque recibe muchísimos goles. En esta parcela el Córdoba aprueba con nota. Su punto fuerte lo tiene atrás. Y, de momento, le sirve para mantenerse arriba mientras Villa busca fórmulas para elevar la producción en ataque.
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