Entre el cierre y el inicio de la rehabilitación
La tranquilidad reina en el ambiente. Quizá en exceso, sin ser esto nada negativo, en una semana en la que el balón ha de rodar. El Córdoba todavía tiene tres puntos por disputar, e intentar ganar, en una temporada que, ahora sí, toca a su fin. La sensación es muy distinta en el entorno, pues parece que la Liga hubiera acabado ya. Cierto es que para los blanquiverdes nada hay en juego salvo la honra. Probablemente éste sea el motivo por el que los últimos días de campaña resulten tan calmados, incluso entre la tempestad que rodea al club. El caso es que el cuadro califal tiene aún que cerrar el curso, lo que va a hacer en Riazor el sábado (20:30) ante un Deportivo que aspira a disputar el play off. Un partido éste que, sin embargo, llega con la mirada generalizada ya en el nuevo proyecto, en Segunda B, que en el propio choque. Porque incluso en la entidad tienen su atención puesta desde días atrás en el próximo campeonato.
Entre el cierre y el inicio de la rehabilitación, en este punto se encuentra el Córdoba de un tiempo a esta parte. Como edificio en ruinas, el club necesita una reconstrucción en firme. Pero antes queda el último compromiso de la presente temporada. El equipo dirigido por Rafa Navarro acude a Riazor con la idea de dar un zarpazo que alivie, si bien muy poco lo puede hacer, el dolor por el descenso a Segunda B. La victoria es necesaria para reconfortar el ánimo dentro y fuera del césped, así como para tratar de evitar una última posición que añadiría más sal en la herida. Eso sí, el triunfo no asegura nada: toca esperar a lo que haga el Nâstic, en su feudo, ante el Lugo. Es el reto final del cuadro califal, que a partir del sábado va a sufrir una profunda reforma. Y es posible que no sólo ocurra en la plantilla, porque lo primero que ha de configurar la entidad es su staff técnico.
No pocos aguardaban algún anuncio respecto del futuro por parte del Córdoba. Éste se produjo, aunque no de forma muy clarificadora, el pasado miércoles. Entonces, el presidente, Jesús León, aseguró que “el club no ha dejado de trabajar”. Lo hizo en una extensa comparecencia de prensa en la que fue tajante a la hora de garantizar que va a pagar a Carlos González los 4,5 millones que restan para sellar la compraventa de la entidad. Entre los temas que abordó, estuvo precisamente el del proyecto del próximo curso. “Probablemente en la segunda quincena de junio volveré a comparecer para explicar el proyecto de la temporada, el organigrama del club. Estamos trabajando en eso, no estamos parados”, expresó el propietario del conjunto blanquiverde, que apuntó a un “proyecto competitivo” para retornar a Segunda A.
Fue esto lo único que anticipó Jesús León, puesto que no dio pistas acerca de lo que va a suceder con la dirección deportiva y el banquillo. La primera de las parcelas está a cargo de Rafa Berges, quien acompañó al mandatario califal en esa rueda de prensa y que mantiene su labor en los despachos. Ejemplo fue la incorporación para el filial de la que informó el Córdoba la tarde del lunes. Su continuidad como encargado de dar forma al primer plantel y al resto de escuadras de la entidad está en el aire. Como todo en realidad. De hecho, alguna semana atrás ya sonaron nombres para la secretaría técnica. Uno de ellos fue el de Óscar Carazo, homólogo del medallista olímpico en el Recreativo de Huelva. Del cuadro onubense es técnico José María Salmerón, a quien se señaló como posible sustituto del actual preparador califal, Rafa Navarro.
Son estas las primeras preguntas a las que ha de responder el Córdoba en próximas fechas. La continuidad de Berges parece más probable que la de Navarro, que pese a su trabajo e ilusión poco pudo hacer para impedir el descenso del equipo. Además, los guarismos de la escuadra blanquiverde con él al mando son más que discretos. El tema es saber si va a continuar o no en alguna parcela dentro del club. Cabe recordar que suplió a Curro Torres como entrenador semanas después de ser designado como director de cantera. No son los únicos cargos por definir en el organigrama, con el filial también presente, por ejemplo. A partir de ahí, la entidad afronta una gran tarea de remodelación de su plantilla, ya que son muy pocos los jugadores que van a seguir respecto de esta campaña. Mientras todo esto llega, el primer fichaje ya está hecho. Es para el B y se trata de Felipe Veloso, delantero brasileño de 20 años que este curso jugó con el Porcuna jiennense en División de Honor Sénior. Su contratación vino a confirmar que la dirección deportiva mantiene su día a día con normalidad.
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