Un trago agridulce para el Córdoba CF en Cáceres

Sensaciones encontradas en el seno del Córdoba CF tras el empate cosechado en el siempre complicado Estadio Príncipe Felipe. Los blanquiverdes visitaban al Cacereño con una meta clara: sumar seis puntos en los próximos dos partidos para certificar así el ascenso en El Arcángel. Sin embargo, la tarea era más complicada de la que podría parecer, ya que de por medio había una visita al segundo clasificado del Grupo IV de Segunda RFEF, antes de recibir en Córdoba al único equipo que, hasta el momento, ha logrado vencerles sobre el campo en liga regular.

Así pues, sumar de tres en la primera cita sería un paso de gigante. El Príncipe Felipe es, tras El Arcángel, el feudo más difícil de la categoría, y así lo experimentó en sus propias carnes el Córdoba CF. Tras recibir un tempranero gol, la escuadra de Germán Crespo logró rehacerse y remontar el encuentro, aunque un último tanto de penalti en los instantes finales de juego decretaba el reparto de puntos entre Cacereño y Córdoba.

El conjunto califal quería la victoria, y así lo reconoció tras el partido Carlos Marín, uno de los protagonistas del partido con sus paradas. “Ante un gol temprano suyo, nos hemos rehecho bien y hemos conseguido darle la vuelta al marcador”, ha recordado el meta sevillano, que ha reincidido en que querían “la victoria”, aunque “al final, un empate también es bueno. Es un partido menos, contra nuestro rival directo, y mantenemos la misma distancia de puntos. Hay que sacar lo positivo”.

Pese a que él mismo reconoce que no tuvo “muchas intervenciones de máxima dificultad”, lo cierto es que su parada en el minuto veinte del partido fue de las que se traducen en puntos. Con el partido aún decantado a favor del Cacereño, el meta andaluz voló para detener un remate de Solano, impidiendo que los locales se fuesen así a dos tantos de ventaja en la primera mitad. “Eran un buen equipo, rápidos por fuera y en centros laterales, pero hemos sabido defender de la mejor manera posible”, ha aseverado.

Finalmente, con un penalti en los últimos minutos de juego que Marín afirma no haber “visto muy bien”, el Cacereño logró colocar el empate y mantenerse en la pelea una semana más. Las miradas ya están puestas en la siguiente cita contra el Villanovense, en un Arcángel que, a buen seguro, presentará una buena entrada en un encuentro que podría servir como precedente al ascenso matemático. Las cuentas son claras: si el Córdoba vence y el Cacereño cae derrotado en Montijo, los blanquiverdes serán equipo de Primera RFEF.