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Córdoba CF
Crónica
Un ritmo imparable

El Córdoba vence al Celta B
11 de septiembre de 2022 19:01 h

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En busca de oro, también en suelo hostil. No hay territorio ni rival que, de momento, logre apaciguar el ímpetu ganador del Córdoba CF, que no ha bajado un ápice esa imparable inercia con la que ya llegaba de la temporada anterior. Tres triunfos suman los cordobesistas en el arranque de la Primera RFEF, tras doblegar este domingo al Celta B. Por tanto, otros tres puntos vitales que permitirán a los blanquiverdes seguir viendo su objetivo al frente de toda la clasificación.

El arranque del partido sobre el Municipal de Barreiro fue algo descontrolado, con muy pocas ocasiones y con amblas plantillas demostrando más intensidad que cabeza. El balón iba de un campo a otro sin mayor plan que el de acabar en el área, fuese cual fuese el modo y el resultado. De hecho, los primeros acercamientos, si es que pueden llamarse así, se produjeron con centros que no encontraban rematador en ambas áreas. Sea como sea, lo cierto es que la más clara en los primeros minutos de partido llegó una vez superado el cuarto de hora, y lo hizo con la firma cordobesista, por medio de un centro botado por Carracedo y que consiguió rematar Kike Márquez, aunque su cabezazo se marchó lamiendo el poste de la portería céltica.

El avance del reloj permitió ir poco a poco serenándose al cuadro de Germán Crespo, que logró asentarse primero y mejor en el encuentro. De este modo, a los 25 minutos acariciaron de nuevo el gol los blanquiverdes, gracias a una efectiva presión alta que propició un error en la salida de balón de su rival, y así se produjo un robo en la frontal que acabó con un remate en boca de gol de nuevo de Kike Márquez, que ahora tampoco acertó pues el esférico se topó con el palo. Eso sí, fue a la media hora de partido cuando, al fin, se descorchó el luminoso a favor de los califas. Y cómo no, a balón parado y mediante la conexión entre Márquez y Willy. El gaditano la puso de falta directa al primer palo, donde apareció el extremeño para facturar un preciso remate de cabeza que imposibilitó la parada de Coke.

La ventaja ofreció más confianza si cabe al Córdoba CF, que continuó insistiendo en busca de ampliar su renta, con Willy, Kike Márquez y Simo como factores más activos en la zona ofensiva. Hubo intentos, aunque ninguno más encontró las mallas durante los primeros 45 minutos del choque. Por contra, el Celta B también intentó dar un paso adelante, aunque el excelente rendimiento defensivo de la zaga califa acabó neutralizando cualquier intento ofensivo de los gallegos, tanto que Carlos Marín se marchó a vestuarios prácticamente inédito. El plan estaba saliendo a la perfección, aunque habría que rematar la contienda tras el tiempo de asueto.

No le tembló el pulso a Claudio Giraldez en el descanso en su idea de intentar cambiar la dinámica del duelo. Hasta cuatro cambios realizó el técnico vigués durante la pausa, con el fin de intentar neutralizar el dominio blanquiverde. Y lo cierto es que el plan le salió bien, ya que los suyos estuvieron mucho mejor en el arranque de la segunda mitad, con mucha más verticalidad y logrando sus oportunidades más claras ante la puerta defendida por Marín. No obstante, el acierto estaba siendo cosa del Córdoba CF, que cercano a la hora de juego volvió a asestar otro duro golpe gracias a una acción individual de Kike Márquez que, tras muchos intentos, logró por fin encontrar portería con un potente disparo lejano.

Pese a la ventaja, Crespo no quería bajar su intensidad ofensiva, y fue eso lo que generó la entrada de jugadores como Casas, Fuentes o De las Cuevas. De hecho, el propio Fuentes tuvo una oportunidad clara para sentenciar en su primera conexión con el balón, aunque su internada rápida se estrelló con la madera. En esas, el cansancio fue haciendo mella y el duelo se destensó en su recta final, tanto que apenas vieron puerta ni uno ni otro equipo. Al Córdoba le convenía dormir el partido, aunque no exceso, ya que esa confianza hizo que los celestes fuesen creciendo. Y es que la emoción iba a estar presente hasta el final, pues Lautaro consiguió recortar distancias en el último minuto de partido gracias a un certero remate de cabeza. Pero los nervios no pasaron factura a los califas, que aguantaron bien el tramo decisivo para hacerse con otros tres puntos importantes y mantener de nuevo un ritmo imparable.

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