Dos opciones ganan enteros para el Córdoba en Segunda RFEF
La nueva categoría todavía cuenta con cinco vacantes por cubrir. El proceso para la configuración del torneo, que se produce de pleno al estrenarse, es lento debido a la diferencia de calendarios en Tercera. Por ejemplo, en Canarias aún ha de arrancar el play off tras la segunda fase, cerrada en los restantes 17 grupos de la división con más o menos anterioridad. Sea como fuere, poco afecta directamente dicha situación a los intereses del Córdoba. Así es, al menos, a priori. No en vano, son ya 85 los clubes que tienen plaza en Segunda RFEF para la temporada 2020-21, que trae consigo la total reorganización del fútbol amateur español. Dentro de esa amplia lista se encuentran todos los que son más que probables rivales del conjunto blanquiverde. Básicamente porque con el reparto de entidades ya definido, dos opciones ganan enteros en cuanto a la composición del grupo del cuadro califal.
De entrada, cabe recordar que la nueva cuarta categoría va a contar con 90 clubes y que estos se van a dividir en cinco competiciones particulares con 18 cada uno. Por otro lado, la configuración de esos grupos lo va a realizar la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) bajo el criterio de proximidad geográfica. Con los detalles esenciales aclarados de nuevo, el punto de partida para la creación del torneo propio del Córdoba es la existencia de hasta diez entidades de Andalucía -incluido la gestionada por Unión Futbolística Cordobesa (UFC)-. El último de los conjuntos en sumarse a la lista es el Antequera, que logró el último ascenso de la región desde Tercera en la tarde noche del domingo al superar en la final de su play off al Atlético Malagueño. Ambos equipos están en una lista conformada por Cádiz B, El Ejido 2012 y Recreativo Granada, que llegan desde Segunda B; y Vélez, Mancha Real, Xerez Deportivo FC, San Roque de Lepe y Pulpileño, que proceden de la inferior división.
Aunque es necesaria una precisión en este sentido. El último de los clubes referidos se halla adscrito a la Federación Murciana, de ahí que lograra el salto desde el Grupo XIII, de dicha región, y no desde el IX, el de Andalucía Oriental. Pese a todo, lo normal es que no exista duda en relación al cuadro almeriense y quede englobado dentro de la demarcación territorial que le corresponde. Dicho esto, hasta cinco comunidades se tienen en consideración desde tiempo atrás para la composición del grupo del conjunto blanquiverde, que como sucediera antaño en Segunda B con el IV, va a ser en cierto modo el andaluz. Son las regiones que habitualmente aportaron entidades a la citada competición particular de la extinta división de bronce: Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura y la propia Murcia además de las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta como componentes norteafricanos.
Pero con los representantes por región, dos posibilidades son las más cercanas a ser factibles. La primera de ellas es la más sencilla, de hecho. Con diez conjuntos de la comunidad asegurados -siempre que no haya sorpresa con el Pulpileño, cabe insistir-, faltan ocho plazas por repartir. Simple es la suma con el Melilla y el Ceuta, este último el tercer ascendido del Grupo X de Tercera -el de los equipos de la provincia-, y con las escuadras de Extremadura, ya que éstas son seis. De ser así, el Córdoba se va a medir, además de a los nueve rivales andaluces y a los norteafricanos, a Villanovense, Mérida y Don Benito, desde Segunda B; y a Cacereño, Montijo y Coria, procedentes de la categoría inferior. Con todo, no es la única opción, en efecto, existente para el torneo propio en que van a competir los blanquiverdes.
También resulta probable un reparto con Castilla-La Mancha y la Región de Murcia en añadido a Andalucía. De la primera de las comunidades están en Segunda RFEF el Socuéllamos, de Segunda B en la 2020-21, así como los tres ascendidos de Tercera en el curso aún por terminar definitivamente: Marchamalo, Calvo Sotelo Puertollano y Toledo. Mientras, de la segunda se hallan el Real Murcia, que llega de la desaparecida división de bronce, y el Águilas y el Mar Menor, de la inferior. Precisamente este último club es uno de los que certificó su presencia en la nueva categoría en una atípica pero intensa jornada de domingo. La percepción de atípica es por el descuadre de fechas. Así se llega a 17 entidades, de forma que la última posición en ese teórico grupo ha de ocuparla uno de los dos conjuntos norteafricanos. En una división como ésta suele ser el Ceuta el elegido, con el Melilla en otra conexión territorial. Lo que está claro es que, a priori, la inclusión de Canarias parece descartada. Aunque nunca se sabe.
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