Ante la necesidad imperiosa de volver a la solidez defensiva
A la búsqueda de un sendero que parece perdido desde hace más de un mes. El cambio de formato propuesto por la Real Federación Española de Fútbol originado por la Covid-19 ha hecho que los clubes modestos deban mantener una regularidad en los resultados que se antoja clave para conseguir los objetivos propuestos a lo largo de la pretemporada. Por ello, las entidades están sufriendo muchas urgencias a lo largo de esta campaña y ya han sido varios los casos de los equipos que apuestan por una revolución exprés cambiando al entrenador. Una de las plantillas que permutó el técnico fue el Córdoba. Desde la llegada de Pablo Alfaro al seno califa, los blanquiverdes lograron imponerse a cinco rivales en los seis primeros partidos disputados con el maño en el banquillo. Sin embargo, la última dinámica cosechada ha hecho que el club cordobés esté fuera nuevamente de los puestos que otorgan luchar por subir a Segunda División.
Y es que el Córdoba dio un cambio brutal con la rescisión de Juan Sabas como técnico del primer equipo. De hecho, Pablo Alfaro llegó con una filosofía de juego totalmente distinta que otorgó un aire fresco a la plantilla. Gracias a esta revolución, los blanquiverdes consiguieron una victoria de oro ante el Real Murcia (0-1) que consiguieron refrendar frente a El Ejido en liga (4-0) y ante Albacete (1-0) y Getafe (1-0) en Copa del Rey. Los siguientes enfrentamientos en competición regular ante Betis Deportivo (0-0) y Lorca Deportiva (0-1) ratificaron el buen estado de la entidad califal. Asimismo, el técnico maño había conseguido algo hasta ahora inédito en el Córdoba a lo largo de esta temporada, ya que el club andaluz logró ubicarse en los puestos cabeceros del Grupo IV-B a base de porterías a cero. La solidez defensiva era la principal característica de un equipo que parece haberse quedado rezagado en este aspecto durante los últimos partidos.
Una mala dinámica que ha pasado factura al Córdoba. Los pupilos dirigidos por Pablo Alfaro tenían que mantener la regularidad en los resultados si querían estar lo más arriba posible en la tabla clasificatoria, aunque poco a poco el juego vistoso que tanto caracterizaba a esta plantilla se fue diluyendo. De hecho, los blanquiverdes, tras ser eliminados de la Copa del Rey ante la Real Sociedad (0-2), no han conseguido dejar su portería a cero desde el pasado 17 de enero. Desde entonces, ocho goles en los últimos seis encuentros les ha valido para conseguir cinco puntos de quince posibles. Una mala estadística que les ha hecho situarse virtualmente fuera de la pelea por subir a Segunda División. Sin embargo, la victoria ante el Linares Deportivo durante el fin de semana pasado ha hecho que la convicción vuelva a un equipo que aún tiene tres jornadas decisivas por delante.
Entretanto, el Córdoba deberá buscar el sendero de la solidez defensiva si quiere acabar de la mejor manera esta primera fase del campeonato regular. Y es que el conjunto dirigido por Pablo Alfaro tiene opciones reales de clasificarse entre los tres primeros para luchar por ascender al fútbol profesional. Sin embargo, los blanquiverdes no dependen de sí mismos por el momento y deberán ganar los tres encuentros que le restan ante Real Murcia, El Ejido y Betis Deportivo, además de esperar que los resultados de los otros rivales directos acaben acompañando. Aun así, el cuadro califa tendrá que volver a la portería a cero para conseguir tres triunfos consecutivos que se antojan vitales para el devenir del club en un futuro a corto plazo. Por ello, el equipo sigue trabajando con mucho ímpetu para que los puntos se queden en El Arcángel durante la próxima jornada frente al conjunto pimentonero.
0