'Calorro' Ramos, campeón en París
Vive y entrena en Córdoba, pero los títulos los gana muy lejos de su tierra. No por falta de deseo, sino porque aquí no existen torneos oficiales para que pueda plasmar sobre el ring el fruto de sus intensas jornadas de trabajo. En Francia ha encontrado el escenario perfecto. Nacho Ramos El Calorro se ha proclamado campeón del Handi Boxe Gilbert Joie, un campeonato con rango oficial para boxeadores con discapacidad.
El púgil, de 32 años, padece una enfermedad rara -la artogriposis degenerativa, que debilita los músculos y las articulaciones-, pero entró de lleno en el mundo del boxeo y ha conseguido convertirse en una de las grandes referencias nacionales dentro de su especialidad. Afincado en Valenzuela, acude diariamente a la capital para seguir un programa de entrenamientos en el que tiene un papel fundamental Gregorio Pérez Aspirina, uno de los grandes apoyos de El Calorro. Junto a su preparador, ha vivido este fin de semana un momento de satisfacción plena en París.
En la capital francesa, la asociación BCOP organizó un torneo al que Ramos fue invitado como una de las estrellas del cartel. De hecho, la imagen del boxeador fue la que utilizó la organización en todo el material promocional del evento. El Calorro, tal y como viene siendo habitual en los últimos años, tuvo que ajustar el presupuesto para afrontar esta cita. El apoyo de patrocinadores, amigos y las clásicas papeletas para un sorteo le sirvieron para abordar el gasto con garantías. Lo de pelear en el ring ya corría de su cuenta. Y ahí mostró su perfil más contundente, poniendo de relieve un carácter luchador que incluso fue llevado al cine en el documental No fight, no life, premiado en distintos certámenes.
Nacho Ramos es un clásico en el torneo boxístico francés. Acudió por primera vez en 2013 y fue cuarto. Al año siguiente, subcampeón. En 2015 levantó el título, en lo que fue uno de los momentos más intensos de su carrera deportiva. Ese oro le acreditó como el primer boxeador español con discapacidad que consigue un título oficial. Después de un año de paréntesis por una lesión, regresó en 2017 para pelear por lo máximo. Lo hizo y se quedó a un paso. Volvió con una medalla de plata, el orgullo intacto y un deseo de revancha que ha podido calmar un año después al levantar el cinturón de campeón.
Paralelamente a su trayectoria deportiva, Nacho Ramos es uno de los abanderados en la lucha por conseguir que la Federación Española de Boxeo incluya a los deportistas discapacitados en sus competiciones de carácter oficial.
0