Daniel Ayala, un granate en el Preolímpico

Es la segunda vez en lo que va de año. Poco menos de dos meses después de actuar en el Mundial de Egipto, vuelve a tomar partido en una competición de selecciones. La que viene, que se disputa a partir del viernes, está referida a los Juegos Olímpicos de Tokio. No en vano, lo que va a hacer el jugador con el conjunto de su país, en este caso Chile, es tratar de obtener una plaza en la gran cita de Japón. Se trata de Daniel Ayala, por cierto, que de esta forma vuelve a otorgar importancia internacional al Cajasur Córdoba Balonmano (CBM). De nuevo, un granate va a estar representado en un evento de primer orden a nivel planetario. Todo ello mientras aguarda el comienzo, el 20 o 21 de marzo, de la fase de ascenso a Sacyr Asobal.

La presencia del lateral del club cordobés en el Preolímpico, que es el torneo al que se enfrenta, la confirmó el Cajasur CBM en la tarde noche del miércoles. Fue entonces cuando informó en redes sociales de que el chileno “se encuentra concentrado con su selección para disputar el Preolímpico en Podgorica, capital de Montenegro”. Tal cita se va a desarrollar, en efecto, entre el viernes y el domingo -esto es del 12 al 14 de marzo-. Del mismo modo, la entidad presidida por Miguel Pardo confirmó que son dos las plazas existentes para los Juegos de Tokio. Una de ellas es la que pretende lograr Daniel Ayala con el combinado de su país. Dicho objetivo le hace enfrentarse durante estos días a Noruega, Brasil y Corea del Sur.

No es, como quedó dicho, la primera ocasión en que Daniel Ayala, uno de sus fichajes para la presente temporada, representa al club granate en un evento internacional. Ya lo hizo en el mes de enero con motivo del Mundial de Egipto. En ese campeonato fue acompañado de otro jugador de la entidad cordobesa, el portero Vicente González. No tuvieron demasiada suerte los integrantes del Cajasur CBM entonces pues Chile dijo adiós a la competición en la fase de grupos tras cerrar con cero puntos la misma. Se enfrentaron los miembros del equipo dirigido por Jesús Escribano con la selección de su país al propio combinado anfitrión, Suecia y Macedonia del Norte. Eran rivales de gran complejidad, como demuestra el hecho de que los escandinavos acabaron como subcampeones tras ceder en la final ante Dinamarca.