El Dobuss vuelve a tropezar en casa
Con la obligación de no fallar para no perder la estela del líder, además de conseguir una renta mayor con respecto a su más inmediato perseguidor. El Unicaja Andalucía, filial del cuadro malagueño, visitaba este sábado el Colegio Cervantes para medirse a un Dobuss Córdoba Basket que ya la jornada anterior sufrió un inesperado tropiezo ante otro club dependiente como es el Estepona. Además, las cajistas ya superaron a las de Miguel Ángel Luque en la ida, por lo que había ganas de revancha en un encuentro aplazado y que debió haberse disputado semanas atrás, aunque diversos casos de Covid-19 en el rival lo impidieron. Con todo, ambas plantillas saltaron al parqué con absoluta efusividad, y con mayor acierto por parte de las locales.
En efecto, el Dobuss fue el dominador del partido durante los primeros compases. Poca efectividad ofensiva, aunque ésta llegaba principalmente por el caudal califa. Carmen Aumente se erigió como la más inspirada de las suyas por aquel entonces, muy bien secundada desde el juego interior por parte de Marta Martínez, de largo la mejor en el mencionado encuentro ante el otro adversario malacitano. Así fue como se apuntaron un claro primer parcial de 16-9. Eso sí, el Unicaja estaba aun por carburar.
Precisamente esa reacción tendría lugar en el segundo periodo, en el que la cara visitante cambió completamente, mejorando ostensiblemente en defensa y siendo mucho más vertical en ataque. Entre Elena Moreno y Andrea Gutiérrez lideraron un parcial favorable para las de Alejandro García, que consiguieron recortar su distancia aunque sin llegar a voltear el resultado al descanso (26-24).
Por si fuera poco, esa inercia desfavorable se hizo todavía más notoria tras la pausa. Fue entonces cuando el Dobuss atravesó su mayor crisis del encuentro. La ofensiva se desactivó completamente, al tiempo que la inspiración malagueña sí que mantuvo una notable regularidad. Un parcial de 2-12 otorgó la máxima del partido para las cajistas, lo que obligó a Miguel Ángel Luque a pedir tiempo muerto. Y lo cierto es que sirvió esa breve pausa para alentar de nuevo el ánimo cordobés, que recortó rápidamente parte de la desventaja con un 6-2, que dejaba la contienda completamente abierta de cara a los últimos diez minutos de partido.
La efervescencia mostrada en el tramo final del tercer periodo se mantuvo durante el arranque del último, llegándose incluso a poner el Dobuss a uno de distancia (41-42), la mínima desde hacía ya muchos minutos. Sin embargo, ahí volvió a atascarse de nuevo el ataque local, que desde ese momento entró en un nuevo trance y comenzó otra vez la sangría malagueña, que pudo distanciarse otra vez entre los cuatro y los seis puntos de ventaja hasta el definitivo 44-48.
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