El adiós del Ars: Me voy pero te juro que mañana volveré
El histórico club palmeño certificó su descenso de la Asobal a falta de tres jornadas con un canto a la rebeldía y afronta un futuro incierto
Una victoria en El Pandero, su hogar. Un 29-28 ante el Villa de Aranda, con un gol firmado cuando el tiempo ya se había cumplido. Los últimos abrazos, los últimos aplausos, las últimas sensaciones de complicidad, rabia y orgullo. No valía para nada, según la clasificación. Seguro que quienes estaban en la cancha no pensaban lo mismo pese a que sabían que desde unas horas antes ya no había ninguna opción matemática de aferrarse a la máxima categoría del balonmano nacional. Triunfo inútil, según para qué. El Ars protagonizó este fin de semana uno de los adioses más emotivos del deporte cordobés, en cuyo álbum sentimental hay más momentos de lágrimas que de sonrisas. El histórico club palmeño, que lleva cuarenta años consecutivos desde 1973 compitiendo,vuelve a bajar en el escalafón después de un curso volcánico.
El Ars de Palma del Río se va por donde vino con la sensación de haber hecho algo grande, aunque sale con los bolsillos más vacíos y las huellas del desprecio de quienes le vieron como intruso en un lugar que no le correspondía. La Asobal ninguneó al club cordobés de modo visible. No incluyó su escudo ni sus datos en la web oficial de la asociación, en la que se llegó a anunciar el descenso de categoría del Ars antes de que fuese efectivo. Esos detalles de animadversión se transplantaron a las pistas, según recalcó siempre que tuvo ocasión el presidente, Manuel Cumplido, quien denunció una persecución arbitral orquestada para aniquilar cualquier vía de salvación de los palmeños.Durante todo el 2013 no logró el Ars ni una sola victoria. Fue hasta el pasado sábado, cuando su desplome se había consumado.
Bien pudo haber sonado en el vestuario cordobés la voz de Nino Bravo en uno de sus clásicos, ese desgarrador tema sobre despedidas que nunca son definitivas porque algo queda dentro y su recuerdo será como volver a vivirlo. “Un beso y una flor”. En el caso del Ars, el camino fue más bien de bofetadas y espinas. Ocurrió así desde el día en que la directiva del club anunció que no iba a pagar el cánon de 50.000 euros que exige la Asociación de Clubes de Balonmano (Asobal) a los inscritos. El Ars compitió como asociado de la Federación Española al igual que el Cangas. La crisis, ya saben. Desembolsar esa cantidad les impedía cuadrar un presupuesto viable. A falta de tres jornadas para el final, el club cordobés ya ha sellado su descenso y el gallego va por el mismo camino. ¿Casualidad? “Nos querían hundir y ya nos han hundido, ya estamos abajo los dos que querían, se lo han trabajando poco a poco”, declaró el presidente palmeño, Cumplido, a propósito de la “corrupción y mafia” por los arbitrajes recibidos esta temporada.
El Ars sólo pudo ganar cuatro partidos de los 27 disputados hasta ahora, apuntándose también un par de empates. Insuficiente balance del grupo que ha adiestrado César Montes, ex jugador de la Asobal durante varias temporadas y sufridor, en primera persona, de unas circunstancias adversas -deportivas, económicas...- que han ido minando al Ars hasta dejarle sin posibilidades de reacción. El joven técnico ha conseguido dejar un sello de eficacia aunque colectivamente el éxito haya dado la espalda. Precisamente el Villa de Aranda, el último rival palmeño, se ha interesado por contratar a Montes con vistas al próximo campeonato, según ha desvelado el digital Cordobadeporte.com. Seguiría así en la élite.
Aún faltan un puñado de citas, ya intrascendentes. En el Ars nadie se resignó o, al menos, no quiso aparentarlo. La afición mantuvo la efervescencia mientras hubo esperanzas, pero aunque disminuyó en número no perdió la ocasión de mostrar su comprensión y cariño a un Ars golpeado en todos los frentes. El gol del lateral de 24 años Luisfe Jiménez, uno de los jugadores cordobeses con mejor reputación y condiciones, selló un día especial. El primer equipo lloraba y los conjuntos de las categorías inferiores, que habían disputado partidos antes, enseñaban su potencial en el mismo lugar en que los mayores consumaban su desgracia deportiva. Una buena lección para todos. ¿Un punto y final? No lo crean.
“Igual se encuentran con que nos tienen que invitar a participar en la máxima categoría porque sobran plazas”, explicó Cumplido a Efe, algo que ya ocurrió la pasada temporada con el Puerto Sagunto ante la desaparición del San Antonio navarro. El presidente ha recordado que los clubes descendidos tienen “preferencia” frente a los de la categoría inferior. No parece probable que eso suceda y, en cualquier caso, el Ars lo va a tener difícil. Pese a no haber depositado el cánon de la Asobal, ha acumulado un importante déficit que obligará a replantearse la situación sobre la categoría en la que jugarán. Cumplido, además, ha anunciado que no seguirá al frente del club, que ya ha iniciado el proceso para escoger al sustituto. “Estoy muy quemado”, aseguró. Lo que sí hará Cumplido es mantener viva la llama de la rebelión de los modestos. Un club cordobés, el Ángel Ximénez de Puente Genil, afrontará en las próximas semanas la fase de ascenso a la Asobal. Cumplido les aconsejará “para que no les engañen”.
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