BIENAL DE FOTOGRAFÍA
Viaje fotográfico al pueblo marroquí que se construyó en la Córdoba de 1946
El poblado marroquí construido en Córdoba hace 77 años vuelve a la ciudad a través de una muestra fotográfica del arquitecto municipal Víctor Escribano Ucelay, custodiada por el Archivo Municipal de Córdoba. La Exposición de Arte Marroquí. Córdoba, 1946 forma parte de la Bienal de Fotografía y se puede visitar en la Casa Árabe hasta el 14 de junio.
Este poblado, ubicado en el entorno del actual hotel Córdoba Palace, fue una extensión de la tradicional Feria de Nuestra Señora de la Salud, que se celebró entre el 24 de mayo y 2 de junio de 1946. Se concibió con “la idea de generar un lugar de intercambio cultural y turístico entre ciudadanos de ambos lados del Estrecho”.
Paseo acompañado de música
El recorrido comienza con los cuadernos de apuntes del arquitecto, quien viajó previamente a Marruecos e investigó sobre arte islámico. En estas páginas pueden verse los primeros esbozos de arcos de herradura y diferente ornamentación que más tarde conformaría la medina. Asimismo, se deduce que aquella exposición propiciaba la interacción entre los visitantes y los artesanos marroquíes que elaboraban sus productos y los vendían en este espacio.
La música marroquí acompaña durante el recorrido de esta muestra, que narra a través de bocetos, instantáneas y un vídeo del NO-DO las actividades y encuentros que se dieron en aquellas callejas. Además, se emitieron en Radio Córdoba y Radio Tetuán varios acontecimientos musicales de la mano de la Orquesta Arábigo-Andalusí del Conservatorio de Música Hispano-Marroquí de Tetuán.
Estas actuaciones formaban parte de “un plan más ambicioso del Protectorado Español: la difusión y puesta en valor de la música andalusí como símbolo de la hermandad hispano-marroquí y como forma de legitimar el colonialismo”. Por ello, esta muestra que revive aquellos días debe contextualizarse “en ese escenario de control colonial y de relaciones de poder asimétricas existentes en la época”, según se detalla en el texto ubicado al inicio de la exposición.
Esta iniciativa estuvo oficialmente promovida por el cronista cordobés José María Rey Díaz y contaba con una sala de exposiciones donde los visitantes podían ver de cerca elementos de artesanía como alfombras, cerámicas o mosaicos, traídos directamente de Marruecos. “Córdoba se proyectaba como un lugar perfecto para dar visibilidad a la hermandad hispano-marroquí”.
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