La última final del Concurso Nacional de Arte Flamenco se cierra con actuaciones exquisitas
Anoche se vivió una sesión de pleno disfrute entre artistas y asistentes, con la última tirada de participantes de esta XXIV edición del CNAF. El Gran Teatro, aún más lleno y entrado en calor que en la noche anterior.
El inicio de la velada lo marcó la flauta travesera del onubense Francisco Roca, por soléa (La Luz que das) para empezar, y finalizando por seguiriya (Reniego yo). Obras de su propia autoría y que bien acompañada se vio la segunda con el ilustre sevillano Chiqui Cienfuegos al piano, los también sevillanos Jonathan Reyes y Pepe de Pura al cante y Roberto Jaén a las palmas.
Intervino por primera vez, a continuación, la bailaora granaína Cristina Soler, por taranto, y con el mismo acompañamiento que Francisco, pero sumando el brillante toque a la guitarra de Juan Campallo. El segundo pase de la bailaora fue por seguiriya, coreografiado por Lucía Álvarez La Piñona y ella misma, y caracterizado por un cambio de vestuario que enlució al quinteto en una sola energía de color negro. Esta energía se completó con su última interpretación, con una dulce güajira y cuya coreografía fue orquestada por Águeda Saavedra y ella misma, de nuevo.
En la categoría de guitarra, un espléndido Álvaro Martinete (Granada, 1995), que no titubeó y dejó un terno de toques que se recordarán por lo cómodo que parecía. Entró con A tu memoria (granaína) y enlazó con Criollo, Candela! (güajira). Para la malagueña y abandolao, al cante, el tarraconense Antonio Campos.
Las tres obras de la intervención se sucedieron sin un momento de desconexión, uno de los momentos más destacados de esta tercera noche. Tras el descanso, y para acabar por taranto, el bailaor Raimundo Benítez junto con -de nuevo- Antonio Campos al cante, y ahora José El Indio a las palmas, completaron la participación del granaíno.
José del Calli entró para darnos su cante, con una selección de seguiriya, soleá, bulería y cantes de Levante, en última instancia. Su paso se enbolsilló al púbico con calidad, presencia y alma, donde hubo momentos para recordar al maestro Fosforito y enaltecer a su buena tierra, cómo no, Córdoba. El punto álgido de su actuación se dio en la bulería, con Ricardo Vázquez a la guitarra y Alberto Rodríguez Parraguilla a las palmas, dejando así una clausura redonda del concurso este año.
Los ganadores, ya se habrán conocido para cuando se publique esta crónica. La gala final será el próximo sábado y tocará esperar otros tres años para que vuelva a celebrarse el “concurso de concursos”.
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