La fase final del CNAF alcanza su ecuador en una sesión marcada por la emoción
Continúa la última recta del Concurso Nacional con la segunda de las tres citas, celebrada en la noche del martes, en otra sesión memorable, si cabe más emocionante que la primera, y con un público cada más más numeroso.
Para dar comienzo a la tarde, el escenario recibió al bajista y compositor onubense Juanfe Pérez, quien interpretó Plaza del Potro, una taranta de su álbum debut Prohibido El Toque (2022), nominado a un Latin Grammy para sorpresa del propio creador, que lo lanzó de forma autoeditada. A ese tema le siguió después Mientras duermes (alegrías de Córdoba), para el que entraron Kike Terrón a la percusión, Alicia Morales al cante y Alberto Rodríguez Parraguilla y Richard Gutiérrez a las palmas, completando el quinteto. Ambas obras, de autoría propia, y con especial dulzura la primera de ellas.
La malagueña Paula Salazar, como la segunda finalista de baile de esta fase, se personó entrando por seguiriyas con un auditorio ya entrado en calor. A la guitarra le acompañó Ramón Amador, al cante Manuel de Gines y Juan de la María y a las palmas Antonio Amaya El Petete. Tras un cambio de vestuario, con un vestido de rojo a la púrpura y un mantón asolado que, pareciera ella el Sagrado Corazón, siguió con una caña que cautivó a los espectadores y se extendió hasta los tangos que cerraron su participación, con otro cambio de vestuario entre el rojo y el verde. El acompañamiento fue el mismo en todo momento.
Como finalista de la categoría de guitarra salió el cordobés Alfonso Linares, con una de sus composiciones titulada Etérea (granaína) y continuando con otra de las suyas titulada Áurea (soleá), alcanzando su cénit de la noche en esta. Para su cierre en unas alegrías de Cádiz le acompañaron David Palomar al cante y Alberto Rodríguez Parraguilla y Richard Gutiérrez a las palmas. Una química notoria entre los cuatro y quizá la mejor de sus intervenciones anoche. Su segundo pase lo hizo con una farruca, acompañado de Cristina Pedrosa al cante, Eles Bellido al violín, Alberto Rodríguez Parraguilla y Richard Gutiérrez de nuevo a las palmas y una coreografía del bailaor Federico Núñez.
Esta segunda velada concluyó con el oriundo de Fernán-Núñez, el cantaor cordobés Bernardo Miranda, con una selección de serrana, soleá, bulería y malagueña y abandolao, esta última de Emilio Pozo. En la guitarra, Álvaro Mora, y en las palmas, Diego Montoya y Roberto Jaén. Un punto final a una segunda noche de fase más asistida y con el público un tanto más entregado.
La última de las veladas será esta tarde-noche de miércoles.
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