“Si Roma fue concebida como una ciudad perfecta, también Córdoba es una ciudad perfecta”
“Me he enamorado de Córdoba”. Es la carta de presentación telefónica del arqueólogo salvadoreño Fabio Esteban Amador, el guía y corazón del documental Córdoba: Misterios Ocultos, que emite National Geographic este domingo y que, si nos atenemos a los halagos que salen de su boca, le ha cambiado la vida.
El explorador ha presentado este miércoles en Madrid la película dirigida por Fernando González-Sitges, y ha dado unas cuántas pinceladas previas de lo que supone el documental a CORDÓPOLIS. Ha sido en una charla telefónica que invita a reflexionar sobre el embrujo que la ciudad suele causar en quien la visita. Sobre todo si la comparas con la indiferencia -y el desconocimiento- que sienten muchos de quiénes tienen la suerte de vivir en ella.
PREGUNTA. ¿Nos puedes dar un adelanto de lo que va a ver el público el domingo con este documental?
RESPUESTA. Claro que sí. Este programa trata de profundizar en lo que se conoce como la historia de Córdoba en el presente. Y lo hace, no solo en el tiempo, sino en la diversidad y la riqueza cultural que existe. Quizá los cordobeses no notan esto, no notan que es algo especial porque viven ahí, pero sí es una historia muy compleja y excepcional. O sea, a nivel arqueológico, es un ejemplo de una ciudad moderna habitada desde hace 2.000 años.
P. Siga, siga.
R. Bueno, en el documental descubrimos que toda esta trayectoria ha sido casi toda gracias al manejo y uso de un recurso, a través del control del agua. Es curioso, porque es un tema ambiental. Este programa es arqueológico, pero se puede valorar desde un punto de vista medioambiental y ver cómo en el pasado supieron valorar este recurso y crear una ingeniería a su alrededor para poder conservarlo y ponerlo a su disposición durante más de 2.000 años. Esa es básicamente la estructura del programa. Va a través del tiempo y todo se conecta con el uso del agua.
Pero, lo más interesante a nivel arqueológico es que estamos usando tecnología vanguardista que permite visualizar el pasado sin tener un contacto con él. La arqueología se considera destructiva, porque retiras elementos de contexto primario, pero estas tecnologías que se usan en el documental te permiten captar elementos y contar una historia sin tener interacción con el contexto.
P. Y tu papel en el documental es el de guía, entiendo.
R. Bueno sí, las cámaras me siguen por Córdoba. Y yo hago preguntas. ¿Dónde está la Córdoba romana? ¿Dónde se encuentran los elementos romanos? ¿Por qué fue construida acá? ¿Cómo vivía la gente? ¿Cómo moría la gente? ¿Dónde está enterrada? Y el descubrimiento más grande que pude hacer es que todo funciona alrededor del control del agua.
P. El Guadalquivir.
R. Sí. El Guadalquivir, pero también las obras que se crearon de la sierra hasta la ciudad, que fueron elementos culturales que pudieron manejar un recurso natural.
P. ¿Qué sabías tú de Córdoba antes de rodar este documental y qué ha cambiado tras pasar una temporada investigándonos?
R. Pues te puedo decir que no sabía nada. Lo básico, sabía de ciertos elementos arquitectónicos de la ciudad y de su belleza, porque es Patrimonio de la Humanidad. Pero eso es lo que el turista conoce, algo muy superficial. Lo que descubrí me fascinó. Porque descubrí una riqueza cultural que se encuentra, aunque fragmentada, en los elementos que definen a Córdoba como un centro mundial de poder y cultural, un epicentro donde se desarrollan las ciencias. Y eso, verdaderamente, me ha cambiado la vida.
Te lo digo porque, a través de los científicos y los expertos que pude conocer durante la filmación, como Desiderio Vaquerizo, me inspiró completamente a poder interpretar el pasado de una forma muy diferente. Ahora mi conceptualización de Córdoba es mucho más compleja y mucho más rica y también es mucho más humana. Ya sabes que los arqueólogos amamos las piedras y los muertos, pero en este caso, investigando Córdoba me di cuenta de que existe una humanidad en la ciencia. A través de la arqueología lo podemos ver.
P. De todas las civilizaciones que han pasado por Córdoba, quizá la romana haya pasado algo más desapercibida, aunque en los últimos años sí que se esté dando a conocer. ¿Ocurre eso en el documental?
R. La Corduba romana fue importantísima, porque los elementos arquitectónicos verdaderamente reflejan una duplicidad. O sea, se están creando los mismos edificios, el mismo concepto de trazar una ciudad con elementos arquitectónicos que demandan mitos, los cosmos, la división de los muertos y los vivos. Verdaderamente refleja una cosmovisión que no solamente existe en Roma, existe también aquí en Córdoba. Y eso te dice que Córdoba fue creada con los mismos conceptos que la otra gran ciudad de su época, que era Roma.
Ahora, este momento tal vez no recibió demasiada publicidad en el pasado tal vez porque no se había estudiado con detenimiento. Pero en las últimas décadas, con personas como Vaquerizo, se empezó a aprender un poco más de la complejidad y del mismo manejo de recursos, así como de la propia belleza de sus casas, de las domus, de los mosaicos, de su contenido, de la mitología. Es verdaderamente una gran etapa, porque no estamos describiendo a Córdoba en términos de ruinas, sino que la describimos a partir de cómo era su gente, de cómo se comportaba, de dónde enterraba a sus muertos.
P. Entiendo que, por lo que dices, Córdoba está al nivel de Roma a nivel arqueológico, arquitectónico y patrimonial.
R. Pues yo diría que sí. Córdoba y Roma están al mismo nivel. Son contemporáneas, en el sentido de que Augusto, en su época alrededor del primer siglo, creó un concepto de civilización basado en la perfección. Así como Roma fue concebida como una ciudad perfecta, también Córdoba es una ciudad perfecta. Es que fue muy moderna en su época, muy muy moderna. O sea, no había otra como Córdoba a excepción de Roma. Y eso es singular. Existen otras ciudades con otros elementos arquitectónicos y arqueológicos, pero todos esos elementos a lo largo de su historia y la contemplación de que ciertas culturas usaron la tecnología de otras para sobrevivir, como lo hicieron los musulmanes, te crea una historia muy singular. Eso es lo bello de Córdoba, que cada una de las civilizaciones se aprovechó del pasado.
P. Pues esa es la pregunta. ¿Cómo podemos nosotros ahora aprovecharnos del pasado?
R. No podemos poner el pasado en valor si lo desconocemos. Parte de la misión del programa es dar a conocer que la tecnología es un mecanismo que nos permite visualizar el pasado. Y justamente esta ciudad fue creada con tecnologías y visiones y diferentes elementos que le han dado vida por más de 2.000 años. Como te decía antes, las obras de control y manejo del agua no fueron solo importantes para los romanos, sino que siguen siendo hoy mecanismos importantes que le dan vida a sus habitantes. Y yo considero que poder valorar este pasado tan remoto, que está enterrado en un verdadero inframundo, nos permite agregarle valor a nuestro sentido de identidad. Yo no soy de Córdoba, pero me siento orgulloso de poder brindarle a la población local, una nueva perspectiva de quiénes somos en presente por nuestro pasado tan complejo y tan bello.
P. ¿La arqueología puede ser política no? Ver cómo el control del agua es una idea clave en la subsistencia de una ciudad como Córdoba puede ser muy importante en unos momentos en los que la escasez de agua es uno de los temas más importantes que afronta el ser humano durante este siglo.
R. Yo creo que la arqueología puede ser utilizada como evidencia de la escasez o de la carencia de algún recurso en el pasado y proyectarlo hacia el futuro. Sabemos por ejemplo que el colapso de la civilización maya en el 900 d.C. en la península de Yucatán está muy relacionado con el agua. Esto nos hace pensar qué haríamos en el futuro ante un cambio tan dramático de ese tipo. Así que creo que la perspectiva arqueológica es positiva, porque podemos ver cómo se construyeron obras que han permitido a una ciudad vivir durante 2000 años. No diría que la arqueología es política pero sí que puede ser un elemento importante en la creación de políticas.
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