Santiago Motorizado: “No quiero caer en argentinismos, pero tenemos una cultura rock muy potente”
Santiago Barrionuevo tiene la misma cualidad que el cineasta Guillermo del Toro -con quién además guarda cierto parecido físico-: Ambos son dos personas de aspecto rudo, voz suave, modales educados y conocimiento enciclopédico de la cultura pop norteamericana. Pienso en ello minutos después de hablar durante media hora por Whatsapp con el cantante, bajista y líder de la banda argentina Él Mató a un Policía Motorizado.
La excusa es que a finales de febrero pisan por primera vez un escenario de la Córdoba española. Será en Hangar el 23 de este mes y llegan con muchas ganas, dentro de una gira nacional para presentar La otra dimensión (2019), el disco con el que la banda argentina ha estirado el espíritu de su anterior trabajo de estudio (La síntesis O'Konor, 2017), pero que contiene algunas de las mejores canciones de su repertorio. Un trabajo que huele a cambio de paradigma.
Solo hay que escuchar la delicadeza con la que están trabajadas las canciones del último disco -el primero que les distribuye el sello de Primavera Sound- o reparar en la producción del primer trabajo de la televisiva Amaia para comprobar que tanto Santiago como su banda están viviendo una nueva etapa, y que ésta llega con un subidón de reconocimiento en Europa -en Latinoamérica hace años que son una de las bandas estrella del continente-. Y nada mejor para festejar que la noria esta en alto que una buena gira.
PREGUNTA. Es la primera vez que una gira os trae por Córdoba, ¿no?
RESPUESTA. Sí, efectivamente. Y la verdad es que estamos muy contentos. Ten en cuenta que Córdoba es una ciudad muy importante en la Argentina, a la cual fuimos un montón de veces, pero nunca a la Córdoba española. E incluso se dieron confusiones. Tocábamos aquí -me atiende desde Argentina- y nos han escrito de Córdoba, España, diciendo “¡por fin!”. Así que ahora sí que va a pasar. Además, Andalucía es una región que nos fascina y que hemos recorrido bastante aunque sin haber podido tocar en Córdoba. Después de tantos años nos encanta sumar nuevas ciudades.
P. Es curioso porque a medida de que habéis ganado en reconocimiento como banda y habéis llegado a un público más amplio, habéis pasado a tocar en ciudades más pequeñas, no solo en Madrid y Barcelona.
R. Totalmente. Por lo general, en una gira de una banda de afuera se suele tocar más en Barcelona y Madrid, pero a mí lo que me gusta es recorrer todo. Empieza a pasar también en Sudamérica, con bandas grandes que empiezan a ir por el interior y que no se quedan solo en Buenos Aires. Y está bien que se rompa un poco eso, porque Argentina es un país gigante y es bueno que las regiones también puedan vivir eso. Sí, es bueno, que todo el mundo pueda vivir la música y que la gira pase por todos lados.
P. España desde luego es más fácilmente recorrible que Argentina, pero igual muchas veces los conciertos se concentran en Madrid y Barcelona.
R. Es verdad. Para lo que son las distancias, comparado con Argentina, España es distancias cortas. Pero, a pesar de ello, es increíble como cambian los climas, la gastronomía, la cultura, el idioma… Me fascina que haya tanto cambio en tan poco espacio.
P. Ahora venís con un disco que es una especie de continuación espiritual de La síntesis O' Konor, con caras b, algunas versiones, y que lo que hace es un poco pulir el espíritu de un disco que ha sido muy importante para vosotros.
R. Si, exactamente. Es eso, una especie de continuación de un disco que fue muy importante en lo personal, puesto que lo encaramos con mucho tiempo de preparación, con la intención de cambiar el sonido de la banda. Nosotros somos los productores de todos nuestros discos. Siempre fue así, aprendiendo de manera rústica o autodidacta, y nos gusta eso: haber pasado de la dificultad de grabar un disco en una casa y casi imposible distribuirlo, a ahora en que todo es un poco más sencillo. En este disco sentíamos que tocaba un cambio profundo y fue un proceso largo y divertido y de mucho aprendizaje. Y La otra dimensión rescata algunas canciones que iban a entrar en La Síntesis O'konor y que se acabaron quedando fuera en el último momento. Pero sabiendo también que esas canciones las íbamos a acabar mostrando. Y a eso le quisimos sumar versiones, que es algo que nos encanta hacer cuando acudimos a tocar a una radio o alguna tele y queríamos registrarlas en un álbum propio. Al final el trabajo, que nació casi para darle un lugar a todo esto que te comento, ha acabado pareciendo más casi un disco nuevo, porque comenzó a tener una coherencia y una estética que englobaba todo.
P. Sí, totalmente. De hecho, me enfrentaba a él esperando escuchar un disco de descartes y me ha parecido que tiene entidad propia y un peso propio.
R. Sí, totalmente. Yo estoy muy contento con el resultado final. Creo que nos ha quedado un disco más luminoso, más reposado. Y que es una obra completa, con una coherencia estética. Incluso en las letras, que casi sin quererlo recorren una atmósfera musical.
P. ¿Hay algún disco de caras b que te parezca especialmente brillante?
R. Pues la verdad es que los discos de caras b que recuerdo no tenían esta entidad. Se notaba más la irregularidad en la grabaciones, pero son discos que me fascinaban igual. Quizá yo un disco que con el tiempo descubrí que era un poco irregular aunque yo no lo notaba en su momento fue Incesticide de Nirvana. Descubrí después que era un disco de lados b y grabaciones. Pero Nirvana era una banda que tenía ya de por sí esos cambios de clima y esas locuras y lo veía coherente. Después me gustó mucho The Masterplan de Oasis, pero ahí sí que lo noto más irregular. Son discos que me fascinaba que fueran discos de descartes pero grandes álbumes, incluso para la historia de las bandas mismas.
P. ¿El próximo disco ya lo vais a grabar con Primavera no?
R. Sí. Y estamos muy felices, sobre todo porque nuestra historia en España empezó en el Primavera Sound. La primera vez que tocamos en Europa fue ahí, al costado del Mediterráneo, y fue una tarde para nosotros histórica. Y, a partir de ahí vinieron todas las aventuras que se han ido sucediendo. Y de aquello recuerdo también otra cosa que no es nada habitual en Argentina: Nos vieron tocar y allí mismo cerraron nuestra participación para el año siguiente. No sé si es normal allá o no. Pero a mí eso me partió la cabeza, así que estar trabajando ahora con ellos es una alegría.
P. No sé si os planteáis entonces veniros a España a ganar un millón de euros, como el título de vuestro EP.
R. (Risas) No, no, a ver… Nosotros estamos muy felices de poder vivir el día a día. Tenemos la suerte de vivir de la música y eso ya es de por sí un logro. Pero sabemos que tener una vida ligada al arte es muy irregular. Un día llamas la atención, otro día a nadie la interesa lo que haces. Eso puede pasar y lo sabemos. Y bueno, eso no es algo que nos haga vivir con miedo, sino que nos invita a vivir con intensidad lo que hacemos.
P. ¿Qué tal respiráis ahora en Argentina con el cambio de Gobierno?
R. Pues hay mucha esperanza de que las cosas mejoren. Creo que el nuevo presidente entendió bastante las demandas de la gente por lo menos en dónde poner el foco. Porque lo que ha fallado siempre históricamente es la pobreza, que es un número demasiado alto, la indigencia, la desocupación… Por lo menos se ha puesto el foco ahí. Luego vamos a ver si lo sabe resolver o no. Pero ya saber que el Gobierno está poniendo el foco ahí es importante, aunque parezca una obviedad. El anterior hizo todo lo contrario: una política de endeudamiento, ajuste, una táctica neoliberal tercermundista clásica, con fuga de capitales y que es un desastre y una deuda impagable. Así que ahora es un momento de esperanza, paciencia y esperar lo mejor.
P. ¿Y por qué gustan tanto las bandas argentinas en España? Porque me pongo a pensar y la mayor parte de proyectos de rock latinoamericano que triunfan en España son argentinos.
R. Pues no sé. No sé si hay algo particular. Hay un cariño intenso entre España y Argentina. Y la verdad que supongo que tendrá que ver con esto.
P. Pero eso lo hay con el resto de países de Latinoamérica también.
R. Sí, es verdad. Lo estaba pensando mientras lo decía. A ver, no quiero caer en argentinismos, pero tenemos una cultura de rock muy potente. Histórica, diría. Dentro del propio continente también. Lo digo con humildad, teniendo en cuenta las opiniones cuando recorremos el continente. Porque es cierto que cuando una banda argentina recorre el continente ya hay una atención extra. Y eso genera una especie de continuidad entre el resto de bandas y proyectos. La verdad es que yo noto un cariño muy profundo de Argentina y España. También por los muchos argentinos que se han ido a vivir a España o por una temporada y que genera una especie de ida y vuelta muy intenso.
P. Igualmente vuestro imaginario es muy norteamericano. Desde los títulos de las canciones a vuestro mismo nombre.
R. Evidentemente viene de ahí. Tiene que ver con recrear un poco la estética del cine norteamericano de acción de los 80. Willy el batería y yo estudiamos en una escuela de arte y allí estaba mal visto este tipo de cine palomitero. Y la idea era un poco reivindicar un poco ese cine taquillero menospreciado y entender que dentro de ese lenguaje también hay belleza. Y hay algo de la cultura pop más puro que está manifestado en ese cine. Era un poco reivindicar eso, usarlo también estéticamente con el nombre, romper un poco con lo que se espera y tratar de ir esquivando lo literal.
P. Es curioso porque, desde ese punto de vista, precisamente has acabado produciendo el disco de Amaia, que viene de un programa como Operación Triunfo, y que sería un equivalente en el mundo de la música contemporánea a lo que era el cine palomero de acción.
R. (Risas) La verdad que a mí me encantó cuando me lo propusieron. Primero conocerla. Sobre todo porque yo siempre soñé en trabajar en temas de producción al margen de la banda. Así que sumergirme de lleno en la producción de otro artista es algo que quería. Pero lo que más me divierte es justo lo que vos marcás. Que es un artista que a priori no es parte de mi ambiente. Que no es un artista obvio al que yo tendría que hacer la producción. Eso lo convierte en un desafío y en algo mucho más nutritivo. Y luego hay que decir que Amaia tenía claro que quería salirse de la estética del pop televisivo de OT. Pero yo ya con escucharla cantar y con verla cómo toca el piano me parecía que el intercambio iba a ser buenísimo. Lo viví como algo muy lindo en lo personal, pero el intercambio artístico con Amaia ha sido espectacular.
P. ¿Hay algún artista español o andaluz con el que te gustaría trabajar? A parte de Jota, de Los Planetas.
R. (Risas) Con Jota siempre hemos colaborado en vivo. Pero ojalá que lo podamos hacer pronto porque tengo unas ideas que me encantaría concretar con él. Y después con los chicos de Apartamentos Acapulco, que son amigos y hemos compartido también el escenario por Argentina y estaría bueno poder coincidir y grabar juntos.
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