La subasta de la villa romana mejor conservada de Córdoba queda desierta
Era previsible. Nadie ha pujado en la subasta pública para comprar la villa romana mejor conservada de la ciudad de Córdoba. Este martes a las 19:00 concluyó el proceso para presentar ofertas para hacerse con la titularidad de la villa romana de Santa Rosa. El proceso acabó sin que nadie pujase por este bien, según consta en el portal oficial de subastas del Boletín Oficial del Estado (BOE).
El valor de la subasta era de 243.000 euros para hacerse con la titularidad de una villa romana localizada en los bajos de un edificio de Santa Rosa. El objetivo de la subasta era saldar la deuda que mantenía una histórica constructora de Córdoba con un fondo de inversión, por orden del Juzgado de Primera Instancia número ocho de Córdoba. Ahora, será el titular del Juzgado el que decida qué hacer: si repetir la subasta rebajando el precio inicial o si enajenar el bien al mejor postor.
Entre 2003 y 2004, unas excavaciones arqueológicas en el sótano del número 4 de la calle Algarrobo -trabajo previo para levantar un bloque de viviendas- exhumaron parte de esta gran villa suburbana datada entre los siglos II y III. En su estado actual, la villa -que se extiende por 728,85 metros cuadrados- está articulada por un espacio octogonal que funcionaría como una galería y dispone de una fuente con aljibe central, todo ello con pavimento de mosaico. Al norte se encuentra un estanque y al sur, una gran sala que haría las funciones de comedor, con un excepcional pavimento formado por mármoles de importación. En el lado occidental de la galería se localiza una especie de oficina, pavimentada con un mosaico figurativo y flanqueada por un dormitorio y otra dependencia con la misma pavimentación.
A pesar de que los restos pertenecían a Construcciones Andaluzas Tirado, las dos administraciones -Junta y Ayuntamiento- subvencionaron una campaña de excavación y restauración de las ruinas, en la que se invirtieron más de 240.000 euros. Aquellos trabajos, que se prolongaron durante años, permitieron descubrir la importancia de la villa y de sus mosaicos.
Desde entonces, la villa romana ha estado oculta a los visitantes. E incluso a los vecinos del bloque de viviendas que se levantó encima. Las diferentes vicisitudes entre constructoras y promotoras ha impedido que este importante yacimiento arqueológico haya sido puesto en valor y se haya difundido, como ocurre con otros localizados en la ciudad, como las termas romanas de la antigua tienda de Bershka en la calle Concepción o una antigua calle romana en los bajos de un edificio junto al Rectorado de la Universidad de Córdoba.
Ahora se abre un proceso en el que las administraciones públicas pueden estudiar también la adquisición de esta villa romana. Aún en manos privadas, su propietario estaría obligado a la conservación del bien. Eso sí, de momento no cuenta con un grado especial de protección patrimonial por lo que el titular no estaría obligado a abrirlo al público, como ocurre con los Bienes de Interés Cultural (BIC).
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