Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Un museo andalusí integrado sobre los restos del antiguo alcázar omeya de Qurtuba

Fachada de la antigua Biblioteca Provincial, ahora vacía

Alfonso Alba / Redacción Cordópolis

11 de mayo de 2024 20:12 h

0

Debajo de miles de libros de la Biblioteca Provincial de Córdoba hay un tesoro histórico. También bajo el Obispado e incluso parte del barrio de San Basilio. A unos cuantos metros bajo tierra se conservan los restos del antiguo Alcázar omeya de Qurtuba, una fortaleza envidiable para la época, que se ha ido conservando y descubriendo poco a poco. Pero sobre la que aún queda mucho por investigar.

Ahora que ya no hay libros y que la Biblioteca Provincial se ha trasladado a los Jardines de la Agricultura, el Colegio de Doctores y Licenciados en Historia de Córdoba acaba de lanzar una propuesta para el edificio que ha quedado y su enorme solar anexo: convertirlo en el gran museo sobre Al Andalus del que carece la ciudad, asociado al Museo Arqueológico de Córdoba.

En 1971, aún en época de Franco, el Estado español “tomó una decisión trascendental” al declarar de utilidad pública la expropiación de una parte significativa del Palacio Episcopal de Córdoba. Esta medida, que implicó una inversión de 74 millones de pesetas, fue motivada por el descubrimiento de restos arqueológicos pertenecientes al Alcázar de Córdoba. Ahora, más de 50 años después, surge un debate sobre el destino de estos terrenos y edificaciones, y su potencial para convertirse en un centro de investigación y valorización del patrimonio histórico andaluz.

El Alcázar de Córdoba, residencia oficial de los emires y califas omeyas, es un símbolo de la historia de la ciudad. Su importancia ha sido reconocida a lo largo de los años, como lo demuestra el esfuerzo realizado por el Estado para adquirir los terrenos donde se encontraban sus restos arqueológicos. Recientemente, investigaciones y jornadas académicas han destacado la relevancia de este sitio histórico, confirmando su papel crucial en la historia de Córdoba y su influencia en la ubicación de la actual Mezquita-Catedral, expone este colegio, que reclama a las administraciones que inviertan en la zona.

El sitio histórico más citado de Al Andalus

El Alcázar de Córdoba, la residencia oficial de los emires y califas omeyas de Córdoba es el sitio histórico más citado en las fuentes árabes de la época y posteriores, y razón de que la actual Mezquita-Catedral se encuentre en el lugar donde está. Tras la expropiación, Ana María Vicent, directora del Museo Arqueológico Provincial, se encargó de dirigir los trabajos de excavación que se llevaron a cabo desde 1971 a 1984, los restos arqueológicos continúan visibles a día de hoy en el patio de la biblioteca.

En los años 80, la Biblioteca Pública Provincial se instaló en uno de los edificios expropiados –el granero del obispo, construido en 1746–. La Biblioteca ha permanecido en este lugar durante 40 años hasta su traslado a su nueva sede. La trascendencia histórica de los restos arqueológicos pertenecientes al Alcázar de Córdoba que se encuentran en dicho solar, propiedad de la Junta de Andalucía, ha llevado al Colegio de Doctores y Licenciados a solicitar el 20 de marzo, mediante escrito dirigido al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, al consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, y al delegado territorial, Eduardo Lucena, que los terrenos y los inmuebles expropiados en su día por el Estado se destinen a su investigación y puesta en valor.

“Dentro de la arquitectura militar y palacial musulmana, es una de sus más importantes manifestaciones y la actual localización de sus ruinas por recientes excavaciones, llevadas a efecto en fecha muy próxima por la Dirección General de Bellas Artes, hace necesario adquirir la propiedad del terreno en que se hallan, a fin de proceder a una sistemática y urgente campaña de excavaciones que permitan su total descubrimiento y conservación”, han expuesto su demanda.

El colegio añade que “en nuestra solicitud añadimos que el solar y los inmuebles existentes, el granero y un interesante edificio del siglo XVIII, se destinen a sede del Museo Arqueológico de Córdoba para exponer su espléndida colección andalusí”. Así, señalan que “el Museo arqueológico tiene experiencia en la conservación y valorización de bienes arqueológicos inmuebles, ya alberga en su interior los restos de teatro romano como parte de la visita pública. Con esta nueva sede, se pondría en valor la colección andalusí junto a los restos del alcázar”.

Dos sedes de un museo como en Roma

De esta forma, Córdoba pasaría a tener dos sedes distintas para un mismo museo, como ocurre con los Museos Capitolinos de Roma, con sus sedes del Palacio de los Conservadores-Palacio Nuevo y de la Central de Montemartini. El Colegio de Doctores y Licenciados considera que el destino cultural del antiguo solar e inmuebles de la Biblioteca Pública y su adscripción y vinculación al Museo Arqueológico vendría a cumplir con los motivos y el objeto recogidos de su declaración de utilidad pública para la expropiación, y permitiría mostrar y explicar adecuadamente “nuestro rico y único patrimonio histórico”. “En definitiva, el lugar de Córdoba y Andalucía en el mundo. Recuperando así un bien cultural de la máxima importancia, que también puede ser considerado como un importante recurso económico a través del turismo”.

El sitio del Alcázar de Córdoba, y en concreto el solar que ocupaba la Biblioteca se encuentra dentro del Conjunto Histórico de Córdoba declarado Bien de Interés Cultural, así como en la zona reconocida Patrimonio Mundial por la UNESCO. “Los restos arqueológicos del Alcázar de Córdoba después de permanecer más de 50 años ocultos detrás de una alta tapia, de nuevo, tienen la oportunidad de ser recuperados para la sociedad cordobesa y andaluza. Evitando ser fragmentados y segregados, según las informaciones que se pueden apreciar recientemente en la prensa, con el proyecto del Ayuntamiento de crear un jardín en el solar y de despachos y aulas en el antiguo edificio que albergaba la Biblioteca”, exponen.

En conclusión: “¿A alguien se le ocurriría fragmentar o segregar las zonas no visitables o no excavadas de Medina Azahara? Estamos en el mismo caso”, se responden.

Etiquetas
stats