Josefina Molina, Premio Nacional de Cinematografía: “El 'me too' hace bien en manifestar una realidad”
La directora Josefina Molina, galardonada con el Premio Nacional de Cinematografía, ha defendido este viernes el movimiento me too por “manifestar y visualizar una realidad” del mundo cultural y cinematográfico.
“Me parece bien el me too. A mí no me ha ocurrido vivir el acoso sexual en el trabajo, pero sí es cierto que a las mujeres se nos consideraba de una manera distinta, éramos casos extraños y se nos miraba con reparo”, ha señalado en una entrevista con Europa Press la cineasta.
Pese a que el jurado considera a Molina una “pionera”, ella misma ha rechazado esa etiqueta. “Yo no lo he sido, hubo verdaderas pioneras como Rosario Pi y luego llegaron Cecilia Bartolomé o Pilar Miró. Nosotras hemos contribuido a fortalecer la idea de que las mujeres también tienen un punto de vista que puede transmitirse a través de la imagen”, ha indicado.
De hecho, la cineasta entiende este premio como “algo que afecta a la colectividad”. “Me ha dado mucha alegría por todo lo que representa: es una demostración de que a mi generación ahora se la tiene en cuenta. Me gusta tanto que las mujeres estemos representadas, se fijen en nosotras y valoren nuestro trabajo”, ha defendido.
La directora de Esquilache ha celebrado que hoy en día haya una “nueva generación” de cineastas que “estén hablando de lo que le pasa a las mujeres, si bien ha alertado de que todavía queda ”mucho por cambiar“.
“Las mujeres todavía lo tienen difícil porque hay un techo de cristal. Laboralmente estamos en desigualdad, se ha avanzado mucho pero tenemos que seguir batallando por conseguir más cosas. El tema fundamental es que tengamos la igualdad de oportunidades y presupuesto, porque con menos dinero hay menos visibilidad”, ha afirmado.
A sus 82 años, Molina no ha cerrado la puerta definitivamente al cine -no rueda desde el año 1988-, pero cree que el mundo “ha cambiado demasiado”. “Nunca puedes decir esto no lo haré porque lo más probable si se te presenta la ocasión lo hagas, pero prefiero dejar el sitio a las nuevas generaciones. Hay un momento en que se detecta muy bien que tu generación ha pasado a la reserva”, ha ironizado.
El Premio Nacional de Cinematografía está dotado con 30.000 euros, una cantidad que Molina no piensa “desperdiciar”. “Desde luego que vamos a hacer cosas con este dinero, tanto mi asociación (Asociación de Mujeres Cineastas, CIMA) como yo”, ha concluido.
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