Las hojas caídas y los nuevos brotes del Otoño Cultural cordobés

La ciudad de Córdoba anda ya inmersa en el llamado Otoño Cultural, una marca que el Ayuntamiento de Córdoba apostó por impulsar hace una década, cuando el hoy coordinador de Políticas Culturales del Ayuntamiento, Juan Miguel Moreno Calderón, era concejal de Cultura, y que, a tenor de los últimos años, está consolidadísima en el imaginario popular.

Sobre todo gracias a sus dos buques insignia. El primero, Cosmopoética, que ha cumplido 21 ediciones, ya estaba activo cuando el Ayuntamiento comenzó a promover la marca Otoño Cultural (de hecho, fue uno de los primeros eventos que se movió al último tramo del año precisamente para despejar la primavera). El segundo, el Festival Flora, que arranca la próxima semana, llegó a Córdoba en el mandato de Isabel Ambrosio, y ha ido creciendo hasta convertirse en una cita ineludible tanto para los cordobeses como para los visitantes.

Más allá de estas dos grandes marcas, el Otoño Cultural cordobés siempre se ha pensado como una amalgama de eventos satélite, muchos de los cuales, en los últimos años, parecían intocables dentro del calendario. Sin embargo, de golpe y porrazo, varios de ellos se han cancelado, aplazado o rediseñado.

Son las hojas caídas de una temporada que, al igual que ocurre con el Mayo Festivo, puede morir por sobresaturación de estímulos, muchos de ellos demasiado dependientes del dinero público.

Las hojas caídas 

El caso más evidente es el del festival de la Creación Joven, Eutopía, una cita que contabilizaba 18 ediciones antes de que, este año, el Instituto Andaluz de la Juventud, haya decidido enterrar la marca y crear algo nuevo, bautizado como Córdoba Crea, y que, lejos de ofrecer diversas actividades y disciplinas, se centrará exclusivamente en la música (será un festival de dos días, el 18 y 19 de noviembre).

Tampoco se ha celebrado este año el festival Momentos Alhambra-Medina Sonora, una iniciativa que llevaba desde 2018 en el calendario del Otoño Cultural cordobés, y que, en los últimos años, había apostado fuerte por la calidad en Córdoba, ofreciendo los directos, en su mayor parte con entrada libre, de artistas como María José Llergo, Kiko Veneno, Carolina Durante, Mala Rodríguez, Alice Wonder, Queralt Lahoz, Fuel Fandango o La Plazuela, entre muchos otros.

Más años llevaba activo en otoño en Córdoba el Festival Internacional de Piano Guadalquivir (FIP), que tras batir récord de público en su 14 edición, comunicó hace unas semanas que la número 15 se aplazaba, mientras en el Ayuntamiento aún no se había pagado el Contrato de Patrocinio correspondiente al año 2023.

No hay noticias tampoco de momento de una tercera edición del festival Wadi, una de las propuestas más refrescantes que se han visto en la ciudad -era un festival de arte que se hacía caminando por Córdoba y en enclaves peculiares-, y que, en sus dos primeras ediciones, había recibido apoyo municipal.

Mayor sorpresa ha sido la desaparición del calendario otoñal otra cita que se había convertido en clásica: Córdoba Califato Gourmet. La organización comunicó hace unos días que la décima edición se trasladaba a la próxima primavera, aunque sin concretar la fecha. De nuevo, era un evento con fuerte apoyo del Ayuntamiento.

Y dentro del ámbito gastronómico, la pasada primavera se anunció que la Cata de Vino Montilla-Moriles se iba a celebrar este otoño, aunque ya sabemos que no será así, al no haber solucionado los problemas de fondo que tenía esta cita ni el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegido Montilla-Moriles. 

Las clásicas, los brotes verdes y el protagonista

Más allá de estas ausencias, hay citas que se mantienen desde hace décadas enmarcadas en el Otoño Cultural. Las más longevas son el Festival de Piano Rafael Orozco, el Otoño Sefardí (que se celebró de forma un poco light a principios de septiembre), el Qurtuba jazz, que ha arrancado esta semana y las Noches Eclécticas de Viana (recién terminada a principios de octubre).

Además, también ha celebrado su segunda edición la Semana Cultural Gala, que termina este fin de semana, mientras que entre noviembre y diciembre se celebra la tercera edición de la Semana del Cine de Córdoba (Cinema23).

Para compensar las ausencias, esta misma semana se han anunciado dos nuevos productos culturales: el festival, Poemx, centrado en la poesía visual, que se celebrará en noviembre y apoyado por el Ayuntamiento y Cajasur; y Julio es en otoño, una cita surgida en el proyecto cultural La Inaudita y que está centrada en el que va a ser el verdadero protagonista de la agenda cultural municipal en los próximos meses.

Y es que, para el Ayuntamiento de Córdoba, la gran apuesta de este Otoño Cultural es Julio Romero de Torres, que es el protagonista estos meses de varias exposiciones y actos con motivo de su 150 aniversario. Las dos principales ya están abiertas: en la Sala de Exposiciones Vimcorsa se puede visitar la exposición De lo espiritual a lo profano: Romero de Torres y Zuloaga, una muestra inédita que confronta la obra de dos de los grandes maestros del arte español, Julio Romero de Torres e Ignacio Zuloaga; y Romero de Torres, pintor de la Modernidad. Diálogo con la Colección Telefónica, también está accesible en el museo que lleva su nombre.