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La gran rabia que viene del sur

Sebastián Orellana e Iván Molina son La Big Rabia

Juan Velasco

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Lo más parecido a un pantano que hay en Santiago de Chile es la Laguna Negra, que está a unos 200 kilómetros de la capital chilena. Y otros 1.600 kilómetros separan este núcleo poblacional del desierto de Atacama. Sin embargo, si a algo suena la música de La Big Rabia, la banda que actúa este jueves en Bar Amapola, es a desierto y a pantano.

La Big Rabia son Sebastián Orellana (voz y guitarra) e Iván Molina (batería), una pareja bien avenida desde 2011, cuando formaron filas en Santiago de Chile. Hoy, cuatro discos después, están muy agusto en España y más concretamente en Andalucía. Tanto es así que sus dos últimos discos tienen productor de la tierra: si en La Big Rabia se pusieron en las manos del cantante y guitarrista de Guadalupe Plata, Pedro De Dios, el último lo han producido los guitarristas Paco Lamato y Raúl Fernández, de Pájaro, y saldrá por el sello Happy Place Records.

El primer pildorazo de esta nueva obra, titulada Boda Negra y que verá la luz en mayo, ha sido el single Mi compromiso, un bolerazo con cuerpo de blues y teclazos de soul de baja fidelidad concentrados en el órgano hammond que aporta el pianista Julián Maeso. El videoclip, además, ha sido dirigido por el cordobés Joaquín Aneri y ha contado con la colaboración de familiares y amigos cercanos de la banda.

Un trabajo que recoge parte de las señas de identidad de este combo, esa querencia por la mezcolanza de rock latino, blues y bolero, jalonados por letras amargas de las que ha hecho gala el dúo, que esconden, desde cierta distancia irónica, una elocuente dosis de tristeza y cólera sureña, salpicada por la crítica política y el desamor. Todo ello ya estaba en sus anteriores discos, con la suma que aportó en el penúltimo el líder de Guadalupe Plata, una banda con la que comparten afinidades electivas y que les cede el rebufo en España de ese género que a menudo se ha catalogado como rock desértico y pantanoso.

Ahora, tras cuartearse medio país presentando su propuesta, con paradas en festivales como Primavera Sound y Monkey Week, llegan a Córdoba este próximo jueves al Amapola, a tocar en vivo parte de su nuevo disco y de su clásico repertorio. Será a las 21:00 horas y las entradas se pueden adquirir en Bar Limbo, Musa Bar y Bar Amapola al precio de 5 euros.

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