Cultura busca acabar lo antes posible con la interinidad en Medina Azahara
En marzo de 2013, hace casi cuatro años, el BOJA publicaba el relevo al frente del yacimiento arqueológico de Medina Azahara. José Escudero sucedía a Antonio Vallejo, que había estado 28 años al frente del conjunto arqueológico y que había visto desde su esplendor con la exposición de la Córdoba de los Omeyas hasta el estreno del centro de recepción de visitantes, una de las obras más importantes, en calidad y en inversión, ejecutadas por la Junta en Córdoba. Oficiosamente, Escudero ha decidido abandonar la dirección. Oficialmente, aún sigue al frente. Y este impás de interinidad es con lo que quiere acabar, urgentemente, la Consejería de Cultura.
Según ha podido saber este periódico, Escudero decidió pedir el traslado como funcionario que es de la Consejería justo después de que otros ocho trabajadores del yacimiento (en Medina Azahara trabaja una treintena de personas) hiciera lo mismo. Los ocho empleados acusaban a Escudero que crear “mal ambiente” laboral y optaron por buscar acomodo en otras dependencias de la Consejería en Córdoba.
Ahora, la Junta se ha encontrado con las dos peticiones. Fuentes de los trabajadores señalan que Escudero no había comunicado su decisión ni siquiera a los responsables de la Consejería, por lo que ahora el problema laboral es doble: el gobierno andaluz tiene que conceder todos los traslados a la vez que busca un sustituto para que se ponga ya al frente del yacimiento arqueológico en uno de sus años más importantes.
Los problemas laborales en Medina Azahara coinciden en el tiempo con que el yacimiento se juega en París convertirse en Patrimonio Mundial y con el proyecto de la Junta de iluminar los restos arqueológicos y hacerlos visitables por la noche. Además, responden a un patrón. Ya bajo el mandato de Vallejo otro grupo de trabajadores denunció malestar con su forma de dirigir el buque insignia de la Junta de Andalucía en Córdoba. Ahora, muchas de las denuncias de los trabajadores coinciden con las expresadas entonces.
La Consejería de Cultura tiene los recursos suficientes como para atender el día a día del yacimiento arqueológico sin que éste se resienta por la falta de un director. Sobre el papel, en su puesto sigue Escudero, pero las fuentes consultadas por este periódico admiten que la situación actual no es ni cómoda ni ágil. El Ejecutivo regional necesita a una persona de confianza al frente del equipo que se ocupa de abrir y cerrar el yacimiento, de cuadrar turnos de trabajo, de coordinar equipos de investigación y hasta de liderar, en un momento dado, la defensa de una candidatura a convertirse en Patrimonio Mundial. Por eso, la propia consejera de Cultura, la cordobesa Rosa Aguilar, se ha puesto como prioridad resolver lo antes posible este proceso de interinidad, encontrar un sustituto para Escudero y lograr un nuevo liderazgo en un lugar que se enfrenta a varios retos clave para su futuro.
0