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ENTREVISTA

Coque Malla: “Cuando hago discos no pienso en el público, pero en los conciertos sí”

Coque Malla.

Juan Velasco

2 de octubre de 2024 20:01 h

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Coque Malla intenta constantemente regatear la nostalgia. Algo nada fácil en unos tiempos en los que hasta los hermanos Gallagher hacen las paces para tocar unos cuantos conciertos vendidos a precio de oro. El cantante, compositor, intérprete (y guitarrista, como él mismo se encarga de apuntar) afirma estar viviendo el mejor momento de su carrera, con la capacidad de seguir sacando discos nuevos y llenando teatros con repertorios en los que son las canciones más recientes como protagonistas de sus shows.

En Córdoba, donde actúa este sábado en el Teatro de La Axerquía, promete precisamente eso: un directo con una banda engrasada a partir de un repertorio extraído de toda su carrera, pero centrado en buena medida en su último LP, Aunque estemos muertos. De todo ello habla en una entrevista telefónica días antes del directo.

En los 80 y en los 90, este país era una incultura absoluta en cuanto a producción de conciertos

PREGUNTA. Lo primero que me gustaría saber es qué puede esperar el público de Córdoba del concierto que vas a ofrecer en los próximos días.

RESPUESTA. Bueno, yo creo que tenemos un show muy potente. Vamos, yo estoy flipando con muchos de los conciertos: cómo está la banda, cómo estamos de engrasados, las luces, el repertorio, el ritmo... Es un show con un protagonismo importante del último disco, pero con todos los éxitos que yo creo que un fan sueña, ¿no? Yo, cuando hago discos, no pienso en el público, hago los discos que a mí me gustan y luego rezo para que al público le guste. Pero cuando hago conciertos, sí. Cuando hago conciertos, pienso en el público, pienso en cuál sería el concierto soñado para un fan. Y yo creo que este es un concierto soñado, con presencia del último disco, porque eso pone en presente el espectáculo y no lo convierte en un espectáculo nostálgico, que me parece un coñazo. Pero al mismo tiempo están todas las canciones que uno quiere escuchar cuando va a ver a su artista favorito, ¿no? A mí me da mucha rabia cuando los artistas se ponen muy estupendos y solo tocan rarezas. A lo mejor es la única oportunidad que vas a tener de verles, y la única oportunidad de vivir en directo esas canciones que te han hecho ser fan de ellos, entonces, me parece un poco una putada para el público hacer eso.

P. Entiendo que estás muy feliz con el show porque también estás muy feliz con este último disco que sacaste, Aunque estemos muertos, ¿no? Tiene un título... digamos que entre el contenido y el título hay una contradicción, porque luego es un disco con momentos ciertamente muy luminosos.

R. Sí, yo creo que es un disco que habla de cosas duras. Creo que es un disco hecho desde la constatación que se da a partir de una edad, o a partir de una serie de circunstancias unidas, que es la constatación de que las cosas se acaban. Y que no podemos hacer nada para evitarlo. Las amistades se acaban, las relaciones se acaban, la gente desaparece y la vida, en algún momento, se acaba. Entonces, está hecho desde ese sitio, desde el vértigo que produce tomar conciencia de una manera muy real. Desde que somos muy pequeñitos sabemos que las cosas se acaban, pero afortunadamente y por defensa propia las colocamos en un sitio donde no molestan. Creo que llega un momento en que ya no puedes escapar de enfrentarte a eso, y desde ese sitio está escrito el disco.

Pero paradójicamente, genera mucha vitalidad, porque ser consciente de que las cosas se acaban, y aunque sea un poco un topicazo, te hace exprimirlas y experimentarlas con mayor profundidad y mayor conciencia. Porque sabes que en algún momento se acabará lo que sea: una amistad, una casa en la que vives, un amor, la infancia de tus hijos... Un montón de cosas que se acaban. Entonces, de eso va el disco, y es un disco con mucha vitalidad.

P. Al mismo tiempo, hace unos días salió una canción con Leiva, ¿no? Es curioso que nunca antes hubieras colaborado con él, porque al escucharla parecía algo tremendamente natural, ¿no?

R. Sí, lo hablamos Leiva y yo en el proceso. Dijimos: “Joder, qué gozada, qué natural ha salido esto.” No hicimos un ensayo con toda la banda ni nada, eso lo hicimos ya en el estudio; le propuse a Leiva encontrarnos tranquilos, sin nadie más, solo con dos acústicas. Y yo creo que fue un acierto, porque descubrimos que hablamos exactamente el mismo lenguaje, especialmente con la guitarra. Yo creo que es algo que también me pasa a mí. La gente muchas veces me ve tocar y dice: “¡Hostia! Yo no sabía que tocabas así la guitarra”. Creo que a Leiva le debe pasar algo parecido. Al ser frontmen, los dos somos vistos como cantantes pero no son conscientes de que nos apasiona ese instrumento que es la guitarra. Leiva es uno de esos, y además bebe exactamente de las mismas fuentes que yo. Y cuando nos encontramos y empezamos a tocar, fue como estar hablando con un amigo de toda la vida, musicalmente hablando, claro. Eso hizo que esta colaboración fuera absolutamente natural y lógica. Yo soy muy fan de Leiva como guitarrista, me parece excelso.

P. ¿Es parte de un disco de colaboraciones?

R. No es un disco. Van a ser tres singles. Quedan por desvelar las otras dos colaboraciones, pero vamos a jugar con el suspense, así que no te lo puedo contar porque quizá lo estropeo. Pero sí, son otras dos colaboraciones. Hablamos de que si funcionaba increíblemente bien, pues podríamos plantearnos hacer más, pero de momento no.

P. No sé si te gustaría colaborar con algún artista cordobés. ¿Se te ocurre alguien con quien te gustaría sentarte a hacer esto que hiciste con Leiva, aunque sea en otra clave, claro?

R. Colaborar siempre es maravilloso, es un enriquecimiento mutuo, y claro que sí. Yo siempre estoy dispuesto a colaborar y a buscar alianzas. Lo que pasa es que se tiene que dar, ¿no? Y se tiene que dar de una forma natural.

Maldecir el streaming es una pérdida de tiempo y de energía; es lo que hay

P. Por lo que me dices, vas a sacar las canciones single a single. Y eso que tú eres de los que sigue apostando por el LP, ¿no? Como un trabajo que tenga un principio, un final, una historia, ¿no?

R. Sí, es mi medio natural y es como me planteo los discos: como pequeñas obras. Siempre me planteo todo lo que hago, discos y espectáculos en directo, que son como mis dos asignaturas principales, con un enfoque cinematográfico y teatral. Siempre imagino los discos como una introducción y visualizo los créditos como en las películas: fundido a negro, presentación de los personajes, desarrollo, nudo, desenlace... Hay algo simbólico, metafórico, que tiene que ver con el cine, el teatro, con ese tipo de narrativa y ritmo narrativo.

Pero me parece muy bien que haya otras formas. Ahora es la tendencia el single, y está bien si no te olvidas de sacar de vez en cuando álbumes con concepto de obra, porque son necesarios para entender al artista y para que este se desarrolle plenamente. Un artista no se desarrolla plenamente con una sola canción. De la misma manera que un cineasta no se desarrolla con un cortometraje; el cineasta tiene que hacer películas cada cierto tiempo. Y el escritor tiene que hacer novelas. Pues creo que esto es igual. De todos modos, yo lo voy a poner más en práctica porque es muy divertido sacar canciones sueltas.

P. Desde luego, los tiempos han cambiado mucho desde que tú empezaste. ¿Qué significa para un artista de toda tu trayectoria cómo se consume la música ahora en Spotify, en TikTok, en las redes sociales?

R. Bueno, es lo que hay. Ya puedes tener toda la rabieta que quieras y maldecir el streaming, pero va a ser una pérdida de tiempo y de energía, porque es lo que hay. Entonces, es más práctico adaptarse. Desde luego, intentando evitar y luchando para que no haya abusos por parte de estas plataformas, cosa complicada porque son grandes y poderosas. Así es como la gente escucha ahora la música. Los vinilos escuchados enteros, mirando la portada, las fotos, como hacíamos cuando éramos pequeños, han quedado reducidos a muy pocos románticos y puristas. Lo cual es una pena, pero es así. Yo mismo... es muy complicado que yo compre un vinilo, me siente en casa tranquilo y lo escuche de arriba a abajo. Escucho la música como la escucha todo el mundo.

P. Siempre queda el oasis del escenario. ¿Cómo cambia girar para alguien de tu trayectoria? Porque me imagino que ya no es como antes, que a lo mejor incluso empalmabas un concierto con otro.

R. Bueno, para mí ahora es mucho mejor que antes. Las condiciones actuales han mejorado muchísimo. En los 80 y en los 90, este país era una incultura absoluta en cuanto a producción, en cuanto a la educación del público en los conciertos y a pagar una entrada. Muy pocos artistas conseguían atraer al público y que pagara una entrada para verlos. Mecano, Radio Futura, El Último (de la fila) y poco más. El resto éramos como orquestas de lujo y tocábamos casi gratuitamente. Ahora no. Ahora la gente llena los teatros, las producciones son de primer nivel y es una gozada. El hecho de tener un éxito grande como el que estoy teniendo ahora, junto con cómo está el negocio, las producciones y los promotores de conciertos, hace que no eche nada de menos los 80. Ahora voy de gira por España como debería ir cualquier grupo internacional por Europa: con teatros y auditorios llenos, producciones y festivales de primer nivel. Las producciones del Vive Latino, del Sonorama o de cualquiera de estos grandes festivales son perfectamente equiparables a cualquier festival importante de Berlín o Londres. Y eso es una maravilla.

P. Para despedirnos, te iba a preguntar algo que ya me has respondido. Iba a preguntarte en qué punto de tu carrera estás, pero ya me lo has dicho. Así que te pregunto: ¿en qué punto de tu vida estás?

R. Uff, hostia, qué amplio eso, qué complejo. La verdad es que estoy muy bien. Estoy en un momento muy dulce con mi trabajo, con mi vida, con mi familia, mi pareja, mis hijos... Todo va bien. Me da cierto vértigo decir estas cosas, porque no puedo evitar cierto temor supersticioso a decir algo así, pero sí, es un momento estupendo.

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