Álvaro Guerrero: “Componer canciones tiene un componente egoísta importante”
Detrás de cada ola hay un sueño que perder canta Álvaro Guerrero (Córdoba, 1995) en un disco en donde hay hojas y rocas y semáforos que alumbran vidas. El cantautor -y estudiante de Comunicación en la Loyola- se debate entre luchar o caer en Interiores, el tema que abre su primer y autoeditado EP, Debajo de las grietas.
Ahora Guerrero disfruta de las mieles de sus canciones, cuyas raíces se hunden en la escuela de Músicos el Gato, donde estudió, y en el primer certamen de Dinamomusic que ganó en la categoría de cantautor. La guinda a este pastel pop y poético la pondrá cuando cierre una gira de conciertos acústicos y con banda. Mientras espera, ha dicho sí a un selfie cordopolita.
P. Debajo de las grietas ¿está la playa?
R. Si lo vemos como un paisaje, es cierto que algo de mirar hacia el horizonte mientras las olas rompen contra la orilla hay. También hay inspiración en la montaña: en la roca y sus aristas, que pueden arañarte, cortarte o incluso dejarte una cicatriz. Reconozco que soy más urbano que rural, pero el poder inspirador de la naturaleza resulta tan atractivo que cuesta mucho escapar de él. Lo que sí tengo claro es que Debajo de las grietas, sobre todo, hay el trabajo de un equipazo de músicos que ha dedicado un montón de tiempo a sacar las canciones adelante, que me ha animado en los momentos bajos, que se ha metido de lleno en el proceso de composición y que son verdaderos amigos.
P. ¿Estas siete canciones son tan striptease emocional como el oyente se imagina?
R. Pues lo cierto es que sí. No sé si a quien lo escuche lo percibirá como algo sensual (risas), pero creo que son canciones con la capacidad de dejarte 'al desnudo'. Para mí, componer es la forma de expresar o contar las cosas que no puedo transmitir de otra manera, por lo que a la hora de seleccionar los temas que iban a grabarse para el EP buscábamos justamente eso: transmitir por encima de mostrar virtuosismo instrumental o melódico.
Me cuesta mucho escribir cuando estoy bien, por lo que es cierto que todos los temas están impregnados de cierto tono nostálgico, pero también de ganas de levantarse, aprender de los errores y seguir caminando. Hasta el momento solo he escrito canciones con sentimientos propios, no he sido capaz de contar la historia de un tercero, motivo por el cual ese striptease tiene mucho de verdadero.
P. Este es un disco con más soledades, dolores y miedos que alegrías. ¿El que canta su mal espanta?
R. Totalmente. Lo de componer canciones tiene un componente egoísta importante: aunque quede precioso decir eso de 'hago canciones para la gente', primeramente las haces para ti, porque las necesitas. Terminar un tema tiene la capacidad de evadirte y de volver a ilusionarte, lo cual en momentos bajos es muy de agradecer. Luego ya pasas a la fase de compartirlas, que implica revivir el momento en que hiciste la canción una y otra vez, pero ahí deja de ser 'tuya': cada cual la usará para espantar sus males, verlos de lejos o para ambientar una cena.
P. ¿Cuánto de sanador ha sido mirar hacia dentro?
R. Depende un poco, porque hay situaciones o sentimientos de los que hablo en las canciones que son cíclicos. Cuando crees que ya tienes la armadura forjada, hacen ¡chas! y aparecen a tu lado. Sí es cierto que esa introspección te permite conocerte mejor y procesar de otra manera la información que te rodea, lo cual siempre es positivo. Como decía, los temas surgen por necesidad, más me gustaría a mí que fuese por placer (risas).
P. Hay mucho del pop español en tu voz y de rock americano en el fondo de tus canciones...
R. ¡Gracias! Al final todo compositor bebe de sus influencias para desarrollar su estilo literario y musical. En mi caso, cuando escucho discos de la Movida Madrileña suelo pensar que me he equivocado de época. Grupos como Los Secretos, Nacha Pop o Los Enemigos han tenido un peso muy fuerte en la formación de mi oído, pero para huir del 'todo tiempo pasado fue mejor', hay que decir que ahora mismo tenemos una selección de artistas en España que mantienen ese espíritu de trabajar en las canciones por encima de todo. Pienso en Revolver, La Maravillosa Orquesta del Alcohol, Morgan (estoy fascinado con esta gente), Vetusta Morla, Los Zigarros, Coque Malla, Quique González, Fabián, Nacho Vegas, Los Deltonos, M-Clan, Gastelo, Rebeca Jiménez y un larguísimo etcétera.
Y en los últimos años, la parte americana me ha dado fuerte. El blues, el country, el soul o el folk son las raíces en las que intento asentar mis temas (aunque no siempre lo consiga), sobre todo por el respeto a la canción y al tono orgánico que se tiene en EE. UU.. Es otra forma de trabajar. Entre los que más me influyen podría destacar Mark Knopfler, John Mayer, Tom Petty, Van Morrison, Keb' Mo', Glen Hansard, Hunter Hayes, Jackson Browne, Gareth Dunlop, Striking Matches...
P. Ganaste el I Dinamomusic en la categoría del cantautor y con el premio pudiste grabar este disco, lo que da a entender que sigue bien enfocada la funcionalidad de estos certámenes locales. ¿O tal vez no tanto?
R. Ha llovido desde aquella primera edición, pero desde entonces, la relación con los organizadores siempre ha sido estupenda porque van informando periódicamente a los participantes de los progresos que realizan año tras año y siempre están abiertos a sugerencias de mejora. Lo cierto es que el premio 'me lo fundí' íntegro en una guitarra acústica, así que la grabación del EP en un entorno tan fantástico para trabajar como es Westline Studios (Madrid) ha sido fruto de unos cuatro años de ahorro, aproximadamente. Tampoco es que haya adoptado a Angela Merkel en mi casa para que me enseñe a ser austero (risas), pero sí iba guardando poco a poco para conseguir hacer una grabación en condiciones.
Respecto a la finalidad de certámenes para bandas locales como es Dinamomusic, creo que los músicos solo podemos estar agradecidos. El concurso ha crecido mucho desde que yo participé, se ha consolidado como una marca en la ciudad y cada año hay más público y grupos inscritos. Poco a poco van surgiendo iniciativas nuevas y eso es positivo, porque se aporta dinamismo a la creación de cultura en la ciudad: ahora hay que trabajar por aportar valor a este tipo de iniciativas, darles respaldo institucional y, sobre todo, hacer que la ciudadanía tome la iniciativa de ir a conciertos de bandas de Córdoba.
P. La portada de tu disco tiene mucho de simbólica. Un perchero pegado a la pared con una chaqueta colgada y, aclárame, ¿una sonriente máscara teatral o un guiño a anonymous?
R. Hay más de máscara teatral que intenciones de dominar el mundo cibernético y poder hackear Cordópolis si salgo mal en la foto (risas). Todo el trabajazo de artwork ha sido realizado por Daniel Sánchez, que tiene el disco casi más escuchado que nosotros y que ha plasmado esa dualidad de salir de casa con la sonrisa puesta aunque lo que fluya por tu interior sea algo muy diferente. Quizá es uno de los mensajes que más prevalecen en todo el EP.
P. Muchos ordenadores ya ni siquiera traen ranura de CD. ¿Se ha convertido en algo casi nostálgico sacar un álbum en este soporte?
R. Reconozco que el hecho de haber sacado edición física de Debajo de las grietas es mérito de la banda y de Juan Blas y Luis López (a cargo de la grabación), que me convencieron. Yo sigo comprando discos, tengo a muchos amigos que lo hacen, pero cada vez son menos. Cuando fuimos a grabar yo estaba convencido de trabajar únicamente con plataformas de distribución digital, pero me fue imposible resistirme al romanticismo de editarlo en CD. No me arrepiento, la gente está siendo muy agradecida y está pillando la edición física, lo cual me hace mucha más ilusión que un contador de reproducciones.
P. ¿Sueñas con formar parte de Spotify como autor?
R. Estamos trabajando en ello y esperamos poder tener publicado el EP en esta plataforma y en otras como iTunes o Google Play Music próximamente. Normalmente estas jukebox digitales trabajan con agregadores de contenido que son de pago o que retienen parte de tus ingresos. Estamos estudiando la forma más viable de hacerlo (al 90% nos decantaremos por la opción B), pero lo haremos.
Spotify es una herramienta fantástica: música para más de una vida por diez euros al mes. Aunque no está exenta de polémica, considero que es un escaparate estupendo, ahora solo hay que buscar la forma de hacerlo rentable para ellos como empresa, para los artistas, los sellos y todos los implicados en la producción de un disco.
P. ¿YouTube puede dártelo todo en cuanto a éxito?
R. Probablemente. Ahí está el fenómeno youtuber, a través del cual muchas personas antes anónimas ahora son personajes públicos que viven de documentar su día a día, sea o no extraordinario. A nivel musical, considero que es un canal más, aunque eso sí, con un potencial tremendo por su carácter audiovisual. No sé si YouTube es una burbuja o su influencia en la industria musical se prolongará por los bytes de los bytes, lo que sí está claro es que 'no estar' no es una opción.
P. Te formaste en la Escuela de Músicos el Gato, algunos de tus profesores han colaborado en este disco y allí, en la calle Alfaros, se puede comprar Debajo de las grietas. ¿Cuál fue la mejor enseñanza de aquella escuela?
R. Casi seguro la enseñanza humana y la máxima de mantener la humildad por encima de todo. No soy un gran músico, ni un gran guitarrista ni mucho menos un gran cantante... así que imagínate como era antes de pasar por la Escuela (risas). Tengo lo justito para defender mis canciones y para dar a alguna idea a otros músicos con los que me gusta tocar, pero desde luego en esa escuela de la Calle Alfaros he aprendido a ser mejor persona, a compartir a través de la música, a entenderla como una forma de comunicación y sobre todo como un canal para conocer a gente fantástica. Siempre lo digo y ya casi suena a 'lema', pero es que allí he encontrado a mi segunda familia y a muchos de mis mejores amigos.
P. Tu sueño como músico es llegar ¿a qué planeta?
R. Ostras, pues de momento con que las canciones le gusten a los del planeta Tierra, me doy por satisfecho... lo cierto es que es algo que no me planteo, creo que lo ideal es dejar que las cosas fluyan y trabajar lo máximo que se pueda respetando al máximo la vida y los proyectos particulares de cada miembro de la banda. Todo lo demás está en manos de los melómanos.
P. ¿El último disco que te has comprado?
R. En edición CD el último que he comprado ha sido el Battle Studies de John Mayer (Columbia, 2009), que aunque lo tengo muy escuchado, era el único de su discografía que me faltaba en la colección. Y vía digital pillé hace dos o tres semanas el Night Train to Budapest de Henrik Freischlader (Cable Car Records, 2013). ¡Estoy flipando con ese tío!
P. Para terminar, quiero apuntarme la fecha de tu concierto en Córdoba. ¿Tu lugar soñado para hacerlo?
R. Estamos intentando cerrar algunas fechas en Córdoba para intentar tocar tanto en acústico como con banda al completo, aunque también tenemos ilusión por salir fuera. Y puestos a soñar, en nuestra ciudad me encantaría poder hacer un Gran Teatro, por ejemplo.
https://www.youtube.com/watch?v=2gdQuHTVBVg
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