Aguilar anuncia 750.000 euros para poner en marcha el C4
La consejera de Cultura señala que ese dinero irá destinado a un laboratorio y una residencia de empresas
La Consejera de Cultura ha anunciado esta tarde que su departamento va a destinar 750.000 euros para poner en marcha el Centro Andaluz de Creación Contemporánea en Córdoba, antes conocido como C4. La consejera ha indicado hoy que “el presupuesto está preparado para asumir la apertura de este centro en 2016, una vez que concluya el trabajo que estamos desarrollando con diferentes colectivos para la definición de los objetivos y líneas principales del proyecto”.
En los presupuestos de la Junta de Andalucía para el año 2016 no hay una partida reservada para el Centro Andaluz de Creación Contemporánea (el conocido como C4) de Córdoba. No obstante, esta mañana la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, ha asegurado que aunque la partida no esté definida, habrá dinero y que el objetivo de su departamento sigue siendo que el edificio construido hace cinco años en Miraflores por la Junta de Andalucía abra sus puertas en el año 2016.
“El C4 tendrá tanto presupuesto como necesite”, insistió entonces la consejera. Y lo que necesite vendrá determinado por lo que señale el comité de expertos que ha reunido la Junta de Andalucía para decidir cómo tiene que ser el modelo de gestión y explotación de este gigantesco espacio cultural de la península de Miraflores. De hecho, al preguntarle sobre si hasta el equipamiento con que contará el C4 saldrá de esa comisión, Rosa Aguilar insistió en que sí, en que el mobiliario del Centro Andaluz de Creación Contemporánea se decidirá junto a los colectivos convocados por la Consejería.
El enorme C4, encallado en la península de Miraflores, lleva tres años terminado sin que la Junta haya decidido qué hacer con él. La llegada de la nueva consejera y exalcaldesa de la ciudad parece que ha desbloqueado el total desencuentro entre la administración y los colectivos de artistas. Estos habían criticado duramente la forma en la que la Junta pretendía gestionar el edificio sin contar con la participación de los creadores y llegando a planear la designación de un director a dedo y sin la convocatoria de un concurso.
Fuentes consultadas valoran el giro dado por la consejera y, especialmente, el hecho de que Aguilar haya manifestado que piensa seguir el Código de Buenas Prácticas, una publicación reivindicada por los creadores y que marcaba las líneas maestras del sentido y la gestión del edificio.
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