Abu Sou: “Cuando pinchas, a veces te olvidas de escuchar música por placer”
Breixo Martínez, conocido como Abu Sou, vive en continuo movimiento. Al igual que los discos que coloca en su tocadiscos, el día a día de este gallego afincado en Barcelona consiste en girar alrededor de la ciudad condal, puesto que su trabajo “regular” es el de profesor de autoescuela. Entre viaje y viaje, siempre lleva música en el coche, y sus alumnos son, en gran medida, sus principales oyentes.
Con esa ocupación, además, se puede permitir el caro lujo de dedicarse a su verdadera pasión, la música, los discos y esa especie de enfermedad arqueológica que afecta a muchos Djs de andar siempre buscando algo nuevo o antiguo que colocar en sus repisas.
Así las cosas, Abu Sou vive entre el coleccionismo egoísta, una especie de diógenes musical que hace que su casa sea un almacén de discos; y la enseñanza gratuita, puesto que es el director creativo del programa de radio Canela en Surco, una de las tribunas más puras de la radio independiente de Barcelona, y desde donde da rienda suelta a todos los sonidos que almacena, que no conocen puntos cardinales: África, Latinoamérica, EE.UU., Europa, Asia, Australia… Cualquier coordenada musical despierta de inmediato el ansia de conocimiento sonoro de Abu Sou, que ha charlado con Cordópolis en su debut como Dj en Andalucía, que tuvo lugar este sábado en la Spring Jam!, la última Jam Session de Djs de la temporada organizada por Jukebox Jam! en Córdoba.
PREGUNTA. Llevas casi una década poniendo discos. ¿Qué ha cambiado desde que empezaste?
RESPUESTA. Bueno, la verdad es que empecé más o menos hace 9 años, y no llevo mucho en esto. Durante muchos años de mi vida mi relación con la música era simplemente la de consumidor. Empecé a comprar discos desde pequeño, sobre todo porque durante los primeros años de mi vida era casi la única manera que uno tenía de escuchar música. La primera vez que sentí la necesidad de tener un disco, mi madre me llevó a Discos Portobello, para comprar el “File Under Rock” de Eddy Grant.
https://youtu.be/-ZYHp2D0OTc
Empecé a pinchar porque, cuando llegué a Barcelona, trabajaba y vivía con Dj Tejón y estaba mucho con Diego Casares, dos de los mejores Djs que he conocido nunca, y las personas que me convencieron para que me comprase unos platos.
A nivel personal muchas cosas han cambiado, porque en estos últimos años he puesto música en sitios en los que antes sólo me imaginaba de fiesta, pero a nivel general no podría ahora mismo explicar esa mutación. Creo que soy bastante principiante en esto como para hablar de cambios a nivel generacional porque una década pinchando no es tanto tiempo.
P. Visto en perspectiva, ¿Cómo valoras la decisión que tomaste de dedicar una parte importante de tu vida a la música?
R. No puedo valorarlo porque nunca ha sido una decisión meditada ni mucho menos. La música siempre ha sido la parte más importante de mi vida, mucho antes incluso de que comenzase a poner discos o hacer un programa de radio desde mi casa. Últimamente he estado pensando bastante en el hecho de que la manera de disfrutar la música cuando no pinchaba era mucho más irracional, pasional y agradecida que ahora.
Cuando te dedicas a pinchar siempre estás pensando en dónde pondrías meter esa canción que acabas de conocer, y a veces te olvidas de escuchar música por el simple placer de escucharla.
P. ¿Cómo afecta la rutina del DJ a tu vida personal?
R. Intento que afecte lo menos posible. Tengo un trabajo de lunes a viernes para costearme los discos, gastos, etcétera, y trato de conseguir un equilibrio entre las dos cosas. Si que es verdad que desde hace tiempo no compro nada que no sean discos, y en consecuencia eso te lleva a una especie de marginalidad. Sobre todo porque puedes pasarte años usando la misma ropa.
P. Hay algo que me pregunto constantemente, y es ¿cómo se plantea el futuro una persona que ha optado por dedicar parte de su vida a ser DJ profesional en un mundo laboral con prácticamente ningún tipo de regulación?
R. Bueno, yo no me considero un dj profesional y la verdad es que nunca me he planteado serlo. Intento encontrar un equilibrio entre mi trabajo y mi pasión, y poder disfrutar durante mucho tiempo de poner discos y hacer mi programa de radio.
P. En todos estos años has visto como la profesión vivía una evolución hacia las nuevas tecnologías, para ahora volver a ponerse de moda el papel del DJ de toda la vida. ¿Qué opinión tienes de la vuelta del vinilo?
R. La verdad es que antes sólo he mencionado o hablado de discos e igual parezco un hooligan del tema, pero creo firmemente que la música es música, independientemente del formato donde se haya empaquetado.
Los discos son sin duda el formato más especial en el que se ha plasmado una onda en toda la historia, y por eso tienen ese componente casi místico de otorgar poder y autoestima, pero la necesidad occidental y capitalista de poseer el vinilo es algo que creo que tiene un gran componente elitista a un nivel global.
Los diggers de toda Europa que se costean viajes y recorren medio mundo, así como sus mercadillos locales a diario, para buscar discos nos descubren cosas que estaban olvidadas son necesarios en este mundo que vivimos. Pero igual de necesario o más es ése chaval de 16 años que coge uno de estos temas, se baja el audio de youtube, samplea un par de trozos y se hace un tema. No obstante, imagino que, mientras haya seres humanos en el planeta, siempre habrá alguien al que los discos le llamen la atención.
P. En tu caso, das rienda suelta a tu pasión por los discos de varias maneras: una de ellas es con tu programa Canela en Surco. ¿De dónde nace este proyecto?
R. Pues se debe a la influencia de uno de mis mejores amigos, David M, que estuvo haciendo programas en radios inglesas durante 9 años. Él siempre decía que tener un programa de radio es la mejor manera de mantenerte siempre escuchando, buscando y comprando música aunque no tengas bolos. Te obliga a seguir una rutina y te hace sentir mejor contigo mismo, porque aunque nadie te escuche, tú te puedes bajar tu música preferida al coche en un audio de una hora o dos.
P. El salto a la producción es, para muchos djs, forma de hacer carrera. Sin embargo, para otros es un paso que deliberadamente obvian, como es tu caso. ¿Tu negativa a producir viene por el respeto hacia los músicos profesionales? ¿Por falta de tiempo?
R. ¿Alguna vez has escuchado uno de tus temas preferidos y has pensado que eso lo puedes hacer tú? Yo no.
Vengo de una casa dónde se me decía que estudiase música porque era un lenguaje universal y podía hablarlo en cualquier punto del globo, y aún así decidí no hacer caso y vaguear. Creo que después de haber desaprovechado tal oportunidad cuando era joven y tenía tiempo, el mundo ya no necesita la supuesta música que podría hacer Abu Sou.
P. ¿Cuándo viajas por España, crees que la escena de música electrónica está bien apuntalada, o percibes desigualdad cultural entre unas comunidades y otras?
R. Creo que desde que comenzó la crisis, los sitios más pequeños y las capitales de provincia han visto cerrar muchos de los locales que mejor música programaban. Pero, a pesar de eso, yo vengo de un sitio pequeño y, como tal, pienso que en todos los lugares hay gente que busca, indaga y sobre todo intenta que haya alternativas en su entorno. En Asturias y Galicia, por ejemplo, la cultura musical lleva años asentada. Lo que no hay es mucho dinero en los bolsillos de la gente con buenas ideas. Si hablamos de público, tampoco existe mucho, y todo esto es un círculo muy reducido, pero en casi todos los sitios a los que he ido he visto a muy buenos artistas y Djs.
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