El absurdo hilarante de Mihura inunda el Góngora
El IMAE celebra con este montaje el Día Mundial del Teatro
El Teatro Góngora acoge este jueves la comedia de Miguel Mihura Tres sombreros de copa, una obra maestra de su autor y del teatro de humor en España. Del montaje se ofrecerá una función abierta al público en general (20.30) -para la que ya se han agotado las localidades-, y otra, por la mañana, destinada exclusivamente a alumnos de institutos (11.30). Con Tres sombreros de copa el Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE) celebra el 27 de marzo, Día Mundial del Teatro.
Antes del inicio de la función, se leerá el manifiesto conmemorativo, firmado este año por el dramaturgo sudafricano Breet Bailey. El espectáculo es una producción de la compañía 300 Pistolas, con versión y dirección de Álvaro Morte, quien también la protagoniza junto con Sara Gómez, Esteban Jiménez, Anna Hastings y Carlos de Austria. El colectivo está especializado en recuperar títulos clásicos del teatro acercándolos al público desde un prisma diferente y mediante una puesta en escena equidistante entre la libertad creativa y el respeto por el autor.
Mihura escribió Tres sombreros de copa en 1932, pero la obra, incomprendida en aquel momento por su humor surrealista y absurdo, absolutamente innovador, no se estrenó hasta 20 años después, en 1952. El éxito obtenido consagró a su autor, que ese mismo año recibió su primer Premio Nacional de Teatro. Para muchos estudiosos, esta es la mejor comedia del dramaturgo madrileño y, desde luego, una obra fundamental del teatro de posguerra.
La historia gira en torno a Dionisio, un ciudadano medio, común, que la víspera de su boda, tras un noviazgo de siete años, se aloja en un humilde hotel de una capital de provincia. Cuando va a meterse en la cama para descansar antes del gran día, una joven bailarina llamada Paula, huésped del establecimiento junto a sus compañeros de una compañía de varietés, entra en su habitación. Dionisio congenia enseguida con el carácter libre y alegre de Paula, descubre otra forma de entender la vida y se plantea no acudir a la boda.
300 Pistolas hace una disparatada adaptación del texto de Mihura, una versión llena de ritmo en la que juega con la estética del vodevil y el cabaret. Y también está presente el cine de la época: Álvaro Morte, adaptador y director, plantea similitudes entre Mihura y los grandes cómicos del género, Chaplin, Buster Keaton, Harold Lloyd, los Hermanos Marx... introduciendo en el montaje divertidas e inverosímiles situaciones reflejadas en sus películas.
El vestuario y la escenografía, por su parte, beben directamente de la compañía de music hall que aparece en la obra, algo original y nunca visto antes en ninguna de las versiones que se han hecho de Tres sombreros de copa. Otra novedad de esta producción es que 300 Pistolas saca a los personajes de la habitación del hotel y los sitúa en un pequeño teatro provinciano de variedades, un homenaje a Mihura que, como hijo de actor, creció entre bambalinas.
Pese a ser una comedia, “hay mucha melancolía dentro de la obra”, asegura Morte, para añadir acto seguido que Mihura “era un cachondo mental”. “El definía la comedia como una pirueta, una voltereta. Yo he intentado hacer con el texto eso, una pirueta. Algo brillante, algo animado, dinámico, divertido. Y hacer sobre todo hincapié en lo que es la comedia en sí”.
En cuanto a las referencias al cine que ha incorporado al montaje, Morte comenta que cuando realizó una investigación sobre el autor para encontrar sus influencias descubrió, por ejemplo, que Mihura dirigió el doblaje de la película Una noche en la ópera, de los Hermanos Marx. “La obra toma una perspectiva completamente distinta cuando imagino a un Groucho diciendo los diálogos de Tres sombreros de copa... De repente, ese absurdo que tiene el texto gana un sentido brutal, un sentido de comedia absoluto”.
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