El verano de la confluencia
En los poco concurridos pasillos de Capitulares de este mes de agosto los pocos que los surcan y hacen corrillo se hacen una pregunta: “Bueno, ¿y quién va a ser el candidato de la confluencia?”. Depende del que pregunte, el sentido de la respuesta es uno u otro. Si lo hace alguien del PP o del PSOE, casi siempre coinciden en que “nosotros ya hemos hecho las tareas”. Si lo hacen desde Ciudadanos, “nosotros estamos en las mismas”. Y si es alguien de la confluencia se quiere transmitir una aparente tranquilidad en un proceso que se ha retrasado mucho y que probablemente tensará las relaciones entre unos partidos que en el pasado se llevaron regular y ahora se llevan muy bien.
Está previsto que este 20 de agosto se retomen las negociaciones para armar la candidatura de la confluencia entre Podemos, Izquierda Unida, Ganemos y Equo (“todo lo que esté a la izquierda del PSOE”) para tratar de gobernar el Ayuntamiento de Córdoba. Oficialmente, todas las formaciones responden que lo importante es “el proyecto”. Fuera de foco, todos coinciden en que se está buscando un nombre, un candidato (o candidata) que suponga un espaldarazo, que genere consenso entre sus fuerzas y despierte a unos votantes que las últimas encuestas consideran como no muy contentos.
La clave de la negociación está siendo el proceso ya casi culminado para la elección de candidaturas a las elecciones autonómicas. Podemos, IU y Equo apretaron el acelerador calculando un adelanto electoral aún no anunciado. La candidatura aún no está definida, pero todas las formaciones ya han señalado los nombres de quién irá en la lista y lo único que falta es, quizás, lo más difícil: decidir el orden. Es probable que el número uno de la plancha sea el candidato de Podemos y el dos el de IU.
En el caso del Ayuntamiento la situación será similar hasta ese punto. Podemos, IU y Equo elegirán con sus diferentes procesos a sus candidatos. Después vendrá el problema. Desde Podemos se apuesta por unas primarias para definir al que sería el candidato a alcalde (o alcaldesa). Esta opción no es vista ni con buenos ni con malos ojos desde IU. Simplemente es algo que se tiene que estudiar y decidir.
Lo que parece más complicado es los nombres que podrán repetir en la candidatura. Pedro García ya mostró su disposición, aunque desde Ganemos le recordaron que según sus estatutos no podría hacerlo, al llevar más de ocho años en un cargo público. Sin embargo, esos estatutos no están claros para esa futura confluencia. Y es algo que habrá que definir aún durante la negociación.
Más allá del proceso, los diferentes partidos empiezan a perfilar sus candidatos. Sea o no Pedro García la propuesta de IU, se apuesta también porque la candidatura la pueda encabezar una mujer. Aunque no se descarta la presencia de un hombre conocido al frente de la misma, un perfil de consenso que no tiene por qué ser militante de ninguna de las formaciones.
Desde el PP, pero principalmente desde el PSOE, se hacen especulaciones. Los socialistas tienen claro cuál es su verdadero rival en las próximas municipales. Por primera vez desde 1979, el PSOE logró ser el primer partido de la izquierda en el Pleno del Ayuntamiento de Córdoba. La división de IU y Ganemos (que lograron más votos) dio la Alcaldía a Isabel Ambrosio. Ahora, los socialistas esperan mantener esa hegemonía, a pesar de que estas dos formaciones concurrirán de manera conjunta.
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