Los vecinos del casco histórico, tras el apagón: “Cualquier día, los transformadores viejos nos van a dar un susto”

Cabreo generalizado en la Asociación de Vecinos de La Medina, del Casco Histórico, por el enésimo corte de luz que se ha producido en el barrio y que ha destacado por su duración, más de dos horas de apagón que ha provocado pérdidas cuantiosas en los negocios de la zona, según explica Lourdes Martínez, presidenta de la asociación.

Martínez es una de las afectadas, pues su negocio, un asador de pollos, estuvo sin suministro eléctrico entre las 11:00 y las 14:00, por lo que perdió pedidos y género por valor de miles de euros, según señala. Como ella, unos 300 negocios de la zona, entre hoteles, comercios, restaurantes e incluso la propia Mezquita-Catedral, que tuvo que tirar de un generador a media mañana.

Desde La Medina, además, no se creen las explicaciones que les han dado desde Endesa. Según la presidenta de los vecinos, Endesa les ha dicho que la avería se ha producido por el mal estado de “un cable que va desde Ronda de Isasa a Plaza Abades”. No se lo creen y apuntan directamente a los transformadores de la zona, que están “viejos y en mal estado”.

“En Industria nos han dicho que cualquier día vamos a tener un susto. Porque los transformadores están obsoletos y nos dijeron que, como nos descuidemos, pueden salir ardiendo”, sostiene Martínez, que acusa a Endesa de mentir y faltarles al respeto como ciudadanos. Su desconfianza se basa en que el corte de este sábado no ha sido algo aislado.

“Llevamos meses denunciando los cortes de luz. Cada dos por tres sufrimos microcortes, de entre dos y cinco minutos. Eso no para”, señala Martínez, que critica que, según quien haya contactado este sábado con la empresa suministradora, les han dicho “a unos que tiene avería y a otros que no”.

“Si no hay avería, ¿por qué han estado tocando todos los transformadores?”, se pregunta Martínez, que cree que lo que ha ocurrido está más relacionado con la alerta por altas temperaturas que con el supuesto cable en mal estado.

“Estamos en alerta naranja y este calor para muchos de los turistas es insoportable. Ellos vienen al hotel, encienden los aires acondicionados y se van a dar un paseo y dejan el aire puesto. Y es algo normal. Pero cuando llega la hora máxima al mediodía, todo el mundo enciende el aire y los transformadores, que son viejos, no aguantan esa subida de tensión y pasa lo que pasa”, afirma la presidenta de la Asociación de Vecinos, que la semana próxima presentará una reclamación en nombre de los habitantes del barrio.