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Valladolid prohibe el tráfico por niveles de ozono inferiores a los que lleva Córdoba sufriendo ocho días

Panel de control de la calidad del aire | ÁLEX GALLEGOS

Alfonso Alba

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Este viernes, el Ayuntamiento de Valladolid ordenó un cierre de tráfico en todo el centro de su ciudad. ¿El motivo? Los altos niveles de ozono troposférico que estaban registrando las estaciones de medición de su municipio. Sin embargo, esos niveles son, a día de hoy, inferiores a los que la ciudad de Córdoba (que tiene aprobado un plan de calidad del aire, aunque aún no está presupuestado ni implementado) lleva superando durante ocho días consecutivos y que se consideran perjudiciales para la salud.

Según los informes diarios de la calidad del aire, las tres estaciones de medición de Córdoba capital (Asomadilla, avenida Al Nassir y Lepanto) llevan superando desde el 18 de julio unos niveles que empiezan a preocupar a las autoridades sanitarios. ¿El motivo? Las altas temperaturas unidas al tráfico. El Ayuntamiento de Valladolid aprobó en su plan de la calidad del aire que a partir de que se superasen concentraciones de 120 μg/m3 de ozono troposférico durante ocho horas seguidas era obligatorio cerrar el centro de la ciudad al tráfico. Solo pueden circular transporte público, emergencias, servicios y residentes autorizados.

A partir de 180 μg/m3 de ozono troposférico el Ayuntamiento de Valladolid tiene fijado que ha de avisar a la población y recomendar a sus vecinos en situación de riesgo (niños, mayores y personas con problemas respiratorios) no salir a la calle. A partir de los 240 μg/m3 directamente se insta a la población a quedarse en casa. Eso sí, los umbrales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son inferiores: a partir de los 100 μg/m3 ya se insta a prohibir el tráfico.

Córdoba lleva desde hace ocho días superando esos 100 μg/m3 y de manera habitual rozando y sobre pasando los 120 μg/m3 de ozono troposférico durante ocho horas seguidas. Siempre coincide con los episodios de mayor calor. El peor día de todos fue el pasado 23 de julio a las 20:40 de la noche. A esa hora, las estaciones de medición cordobesas llegaron a alcanzar los 160 μg/m3 de ozono troposférico, una cifra ya más que preocupante.

El Ayuntamiento de Valladolid emite a diario informes de la calidad de su aire. Así, para este viernes, una jornada con el tráfico prohibido, se prevén valores de entre 110 y 130 microgramos. El día anterior, cuando el Ayuntamiento decidió prohibir el tráfico, el valor máximo alcanzado fue de 127 µg/m3 en la estación de Valladolid Sur.

Un dato. El mismo día (jueves), el valor máximo alcanzado en Córdoba fue de 161 µg/m3 en la estación de la Asomadilla a las 16:40.

¿Qué es el ozono?

El ozono troposférico, también conocido como ozono “malo” por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre la luz solar y el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias.

Por inhalación, provoca un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares. El ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos.

El ozono troposférico es el contaminante que presenta en España una mayor extensión y afección a la población y a la vegetación, con unos niveles al alza. Esto se debe al incremento de las temperaturas medias y de las situaciones meteorológicas extremas (olas de calor) durante la primavera y el verano, por efecto del cambio climático.

El Gobierno central y una decena de comunidades autónomas, entre las que se encuentra Andalucía, acumulan una década de retraso en la redacción de los preceptivos Planes de Mejora de la Calidad del Aire.

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