El cierre perimetral de todas las provincias de Andalucía ha llevado a que la Mezquita-Catedral y su entorno luzcan este sábado una imagen muy alejada a la de hace dos años, cuando los turistas llegaban en masa a la ciudad y muchos cordobeses se iban a hacer turismo fuera de su tierra.
Para intentar revivir el entorno de la Judería, el Cabildo Catedralicio de Córdoba aprobó la apertura del monumento para las visitas turísticas desde el pasado viernes. Las familias y pequeños grupos de jóvenes han sido los encargados de dar vida a la Mezquita-Catedral, aunque la restauración y demás comercios de la Judería necesitan mucho más para volver a funcionar. Los cocheros de los carruajes de caballos sí han observado un mayor movimiento que entre semana, aunque en sus bolsillos apenas lo han notado. Los hoteles continúan cerrados, y así seguirán durante Semana Santa, y el bar Santos es el único que consigue reunir a su alrededor a un mayor grupo de personas, aunque muy lejos de los que este mítico establecimiento ha congregado en estas fechas.
Cordobeses paseando por la Ribera
Cordobeses paseando por la Ribera
Una pareja visitando el Coro de la Mezquita-Catedral
Una pareja visitando el Coro de la Mezquita-Catedral
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
Pocos turistas en la Mezquita-Catedral
Pocos turistas en la Mezquita-Catedral
Pocos turistas en la Mezquita-Catedral
Pocos turistas en la Mezquita-Catedral
Terrazas en el paseo de la Ribera
Terrazas en el paseo de la Ribera
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
Poca afluencia de gente en el Puente Romano
Poca afluencia de gente en el Puente Romano
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
Coches de caballos esperando turistas
Coches de caballos esperando turistas
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
Una turista fotografiando la Mezquita-Catedral
Una turista fotografiando la Mezquita-Catedral
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
Gente comiendo tortilla en el Bar Santos
Gente comiendo tortilla en el Bar Santos
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
El turismo familiar se refugia en la Mezquita-Catedral pero a la Judería le cuesta revivir
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