Un semáforo identificará en Córdoba a peatones con movilidad reducida para darles más tiempo
El Ayuntamiento de Córdoba ha comenzado a instalar cámaras de inteligencia artificial capaces de detectar a peatones con movilidad reducida, con la idea de aplicar esta tecnología a los semáforos. Se trata de un proyecto pionero desarrollado en colaboración con la empresa concesionaria de semáforos ACESA.
Por el momento, se ha instalado una cámara que usa la inteligencia artificial para proporcionar información a un algoritmo e identificar a personas en sillas de ruedas o con andadores, proporcionándoles automáticamente más tiempo de cruce para garantizar su seguridad. La idea es, con posterioridad, poder aplicar esta tecnología a los semáforos. Así, al detectar la presencia de un usuario en silla de ruedas o con un andador, el semáforo se activaría automáticamente, otorgando un tiempo de cruce más prolongado.
El concejal delegado de Movilidad, Inclusión y Accesibilidad del Ayuntamiento de Córdoba, Bernardo Jordano, ha presentado este viernes esta novedad tecnológica dentro de una batería de iniciativas puestas en marcha en la ciudad para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos con movilidad reducida.
Entre las medidas anunciadas, se encuentran los nuevos pulsadores de semáforo a baja altura, diseñados para ser accesibles para personas en sillas de ruedas o con andadores. Además, se están implementando botones de aproximación para aquellos que no pueden presionar un botón convencional, como personas con daño cerebral.
El Ayuntamiento también está avanzando en la implementación de semáforos en el suelo y referencias podotáctiles, especialmente en áreas de alto tráfico peatonal. Estas medidas, validadas por la ONCE, están diseñadas para facilitar el cruce de personas con discapacidad visual, proporcionando señales táctiles que ayudan a orientarse durante el cruce.
Jordano señaló que estas iniciativas no solo mejoran la accesibilidad, sino que también abordan problemas de seguridad vial identificados por la Policía Local, como en la avenida Carlos III, considerada un punto negro en materia de seguridad vial.
La instalación de semáforos en el suelo y luces verticales activadas por infrarrojos en los pasos de peatones se extenderá a otras zonas de la ciudad, con el objetivo de reducir los riesgos para todos los usuarios de la vía pública. Además, se ha hecho un llamado a colectivos vecinales para colaborar en la detección de pulsadores de semáforo mal ubicados, asegurando que las adaptaciones sean efectivas y estén al alcance de todos.
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