La Junta plantea recurrir a videojuegos e 'influencers' en su estrategia para difundir entre jóvenes hábitos saludables
La Junta de Andalucía plantea contar con videojuegos y con la colaboración de “'influencers', 'tiktokers' o 'youtubers'” en su estrategia para difundir “hábitos de vida saludable” entre población infantil, adolescente y joven.
Así se desprende del documento de la 'Estrategia de Promoción de una Vida Saludable en Andalucía 2024-2030' impulsada por la Consejería de Salud y Consumo que aprobó el Consejo de Gobierno en su reunión del pasado 2 de abril, consultado por Europa Press, con el que se pretende “abordar la promoción de la salud mediante el fomento de activos relacionados con una vida saludable a lo largo de todas las etapas de la vida y el incremento del bienestar en la población andaluza”, según informó la Junta tras darle su visto bueno.
La estrategia, que se despliega a lo largo de un documento de 181 páginas, consta de diez objetivos y 15 programas en torno a cuatro líneas estratégicas entre las que figura una para la “difusión y comunicación de información veraz a la ciudadanía sobre los beneficios de una vida saludable y protección de la población frente a mensajes, publicidad y campañas perjudiciales para la salud”.
Dentro de esa tercera línea estratégica se ubica el programa de “difusión de información veraz sobre hábitos saludables y medidas para hacer frente a la publicidad de productos y actividades perjudiciales para la salud”, donde se plantean, entre otras cuestiones, alcanzar “acuerdos de colaboración con la Radio Televisión Pública Andaluza (RTVA) para abordar la no difusión de publicidad de alimentos y bebidas no saludables”.
También, difundir “información relacionada con hábitos de vida saludable, basada en la evidencia, a través de medios audiovisuales y videojuegos para población infantil, adolescente y joven, estudiando la posibilidad de colaborar con 'influencers', 'tiktokers' o 'youtubers'”, así como impulsar “campañas de sensibilización sobre hábitos saludables en los diferentes entornos y, de manera específica, en las zonas más desfavorecidas”.
La difusión de “información clara y veraz generada desde las fuentes oficiales sobre la calidad nutricional de los alimentos y bebidas” es otra de las propuestas de la Junta en el marco de esta estrategia, que también plantea el “establecimiento de acuerdos de colaboración con las empresas productoras y distribuidoras de los productos alimentarios y bebidas que se distribuyan y comercialicen en Andalucía” para “evitar la entrega de regalos, premios o cualquier otro beneficio destinado a fomentar la adquisición o el consumo de alimentos y bebidas no saludables”.
Dichos acuerdos de colaboración también perseguirían el objetivo de “posibilitar que la publicidad que se realice sobre estos productos contenga información veraz, clara y comprensible para las personas consumidoras, y que recoja la información sobre las declaraciones nutricionales y las propiedades de los alimentos y bebidas, sin perjuicio de lo establecido al respecto en el Reglamento (CE) 1924/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 2006”.
Propuestas para colegios
Por otro lado, dentro del programa de propuestas de promoción de hábitos saludables en centros educativos se recogen objetivos como los de que estos centros ofrezcan “una carta de productos/menús saludables y sostenibles, en base a la normativa o recomendaciones vigentes y siguiendo el patrón de dieta mediterránea, por parte de las empresas responsables de restauración y de mantenimiento de máquinas expendedoras de alimentos y bebidas envasadas”.
Asimismo, la estrategia de la Junta se propone “garantizar que los centros educativos sean espacios protegidos de la publicidad de alimentos y bebidas no saludables”.
Como “medidas y acciones a desarrollar”, el documento de la Administración andaluza plantea, entre otras, la “instalación y mantenimiento de fuentes de agua potable de la red de abastecimiento en estos centros”, así como el “fomento de actividades deportivas en los centros educativos fuera del horario escolar”, con “apertura y uso” de instalaciones para ello “en horario de tarde y días no lectivos”, y el “fomento de la actividad física, con énfasis en hacer la oferta deportiva atractiva para las mujeres adolescentes para disminuir la brecha de género que se produce”, así como incorporar “la enfermera referente de centros educativos al equipo de trabajo intersectorial en materia de hábitos saludables de los centros educativos”.
Lugares de trabajo
Igualmente, la Junta plantea como medidas para la promoción de la salud en lugares de trabajo la de procurar “espacios adecuados para facilitar la práctica de la lactancia materna en los centros de trabajo” --como, por ejemplo, “salas de lactancia para poder extraer la leche y conservarla en frío”--, y desarrollar “mesas de trabajo con sindicatos para el desarrollo de acciones desde el nivel sindical”, como, por ejemplo, la “inclusión de medidas de fomento de hábitos saludables en convenios colectivos”.
De igual modo, la Junta propone para centros de trabajo del sector público que oferten “una carta de productos-menús saludables y sostenibles en base a la normativa o recomendaciones vigentes y siguiendo el patrón de dieta mediterránea, por parte de las empresas responsables de restauración y de mantenimiento de máquinas expendedoras de alimentos y bebidas envasadas”, así como que instalen y mantengan “fuentes de agua potable” incorporando en ellas “de manera visible la leyenda 'El agua potable procedente de la red de abastecimiento es la bebida más saludable y sostenible'”.
Otras iniciativas propuestas para el ámbito laboral son las de promover un “plan de movilidad sostenible y hábitos saludables en centros de trabajo facilitando e incentivando desplazamientos a pie o en bicicleta”, así como “flexibilidad horaria para realizar actividad física, para la asistencia a programas, para poder seguir la dieta mediterránea, con turnos y descansos”, y de “fomento del desayuno saludable en las empresas”.
Seguimiento y evaluación
La Consejería de Salud apuesta por impulsar “un sistema de seguimiento y evaluación” de los resultados de esta estrategia “para la correcta transparencia y rendición de cuentas” de la misma, con el fin de “verificar que los programas y medidas se ejecutan conforme a lo planificado y que los indicadores evolucionan en la dirección establecida y deseada”, así como para “valorar los efectos generados por los programas y medidas ejecutadas”.
La Junta plantea en este documento que el seguimiento de los indicadores de proceso se lleve a cabo “de manera continuada, sin perjuicio de que cada cinco años se realice una evaluación global del impacto en salud de las acciones desarrolladas en el seno de la Estrategia”, de forma que avanza la elaboración de “informes de seguimiento” para su publicación periódica en el portal web de la Consejería de Salud y Consumo.
Igualmente, anticipa que “se contará con una Oficina Técnica de seguimiento y evaluación, liderada y coordinada por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica” de la Consejería, que “se encargará de realizar los informes de seguimiento anuales y de evaluación intermedia y final, así como del seguimiento de los indicadores”.
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