El último baile del Lucas: el mítico bar cordobés cierra para siempre sirviendo sus perritos en una apertura íntima

Córdoba dice adiós a otro de sus establecimientos emblemáticos. El bar Lucas cierra definitivamente sus puertas después de un periodo de reflexión de su propietario, Rafael Gómez, provocado por motivos de salud que llevaron a este mítico empresario a estar ingresado en el hospital durante semanas. Aún había esperanza en que Rafael retomara las riendas del negocio tras el cierre al que se vio obligado a principios de año, pero la salud ha ganado la batalla y durante este viernes, “clientes que más que eso son, amigos,” podrán degustar los últimos perritos que se han convertido en santo y seña de Córdoba.
En una entrevista con Cordópolis, Rafael ha asegurado sentirse “contento por el aprecio y cariño recibido en estos últimos días”. Sin embargo, no esconde que “hay pena por cerrar después de tantos años al frente del negocio”. “Qué distinto hubiera sido si el cierre fuera por jubilación y no por enfermedad, pero me he visto forzado por las circunstancias”. Aunque ya llevaba más de un año en una situación de jubilación activa, ha llegado un momento en que “no queda más remedio”, así que, “se acabó”.

Al mirar atrás, Rafael se queda “con todo” de los muchos años dedicados al bar. Recuerda haber pasado “muy buenos ratos” en él, trabajando codo a codo con su mujer durante muchos años, y recibiendo también la ayuda de sus padres -los fundadores del bar en los años 70- y sus suegros. Antes de tomar la decisión definitiva, el empresario barajó en abril diferentes opciones para que la empresa familiar continuara, pero no ha podido ser.
Respecto al futuro del local, asegura que tiene “varios novios”. Sí, hay gente interesada en el negocio y en las próximas semanas se pondrá manos a la obra para ver cuál será el devenir del establecimiento.

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