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Hospitalizados en su propia casa: una planta entera de pacientes del Reina Sofía, atendidos sin estar ingresados

Un equipo de hospitalización domiciliaria atiende a un paciente en Córdoba.

Carmen Reina

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Juan Mengual tiene 72 años y bronquiectasia, una enfermedad respiratoria crónica para la que actualmente necesita un tratamiento antibiótico intravenoso 24 horas al día durante un ciclo de tres semanas. Hoy, el médico le ha revisado su saturación de oxígeno, le ha auscultado, le ha dado resultados de una analítica, le ha mirado la acumulación de líquidos en las piernas porque también padece del riñón, y le ha preguntado por cómo se encuentra de la tos y otros síntomas de su enfermedad que hay que vigilar. Mientras, la enfermera le ha puesto la medicación que necesita en una bomba que dispensa el tratamiento a su organismo a través del catéter que tiene puesto. Pero Juan no está ingresado en el hospital, sino en su casa.

Este paciente es uno de los 23 que, voluntariamente, forman parte actualmente del programa de hospitalización domiciliaria que lleva a cabo el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, con capacidad para atender a una treintena de personas enfermas en su propia vivienda, lo que supone el mismo número que una planta entera de pacientes del centro hospitalario cordobés de referencia. Desde que se puso en marcha este programa, más de 1.500 pacientes han estado 'hospitalizados' en su domicilio.

“Estar en casa es mucho mejor, más cómodo, para mí y para la familia”, explica Juan al recibir a un equipo de Cordópolis en su casa mientras el médico y la enfermera le atienden. Su mujer, Mercedes, lo confirma: “Aquí tiene su baño, su comida”, apunta sobre la comodidad, y se deshace en elogios hacia el equipo sanitario. Ya es la tercera vez que Juan pasa por un proceso de hospitalización domiciliaria, para sobrellevar su enfermedad crónica.

Como él, Antonia Postigo fue otra de las pacientes del programa de hospitalización domiciliaria. “Como en casa, no se está en ningún lado. Yo tenía todas las comodidades, mi cama, mi baño, mi entorno, mi familia...”, dice para explicar que, en su caso, tras muchas semanas en el hospital y con una complicación hematológica y curas diarias en las piernas, accedió a recibir en su casa cada día al equipo sanitario que la asistía.

“No me imaginaba que yo podía estar en casa con las mismas atenciones, por no decir más, que en el hospital”, recuerda, sobre cómo cada día le vigilaban su estado, le sacaban sangre para análisis si era necesario, le ponían la medicación con morfina y la curaban. Así estuvo cerca de dos meses hospitalizada en su domicilio, hasta que le dieron el alta y pasó a recibir el tratamiento ambulatorio.

El programa de hospitalización domiciliaria del Hospital Reina Sofía de Córdoba nació en octubre 2020, en plena pandemia, “para dar respuesta a la necesidad de cuidados especiales dentro de las residencias de ancianos con mucho Covid en ese momento, con personas que requerían tratamiento especializado pero cuyo traslado no era conveniente”.

Luego, “ese modelo se consolidó como una unidad de hospitalización más, pero con los mismos cuidados para personas que requieren hospitalización, tratamientos intravenosos o curas de heridas”, explica a este periódico el responsable del Programa de Hospitalización Domiciliaria del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, Antonio Llergo, jefe también de la Unidad de Cuidados Paliativos.

Actualmente, cinco enfermeras y tres médicos componen el equipo que atiende la hospitalización domiciliaria, en rutas diarias por las viviendas de los pacientes, organizadas por los barrios y barriadas periféricas de Córdoba.

Perfil de los pacientes

Se trata así, siempre de manera voluntaria, a diferentes perfiles de pacientes, que suelen responder a tres grupos: personas enfermas crónicas que tienen alguna reagudización de su proceso y requieren entre 7 y 15 días de hospitalización que puede resolverse en domicilio; también a pacientes con heridas complejas que requieren medios muy precisos hospitalarios, técnicas que llevan al domicilio y requieren mucho tiempo de hospitalización; y pacientes jóvenes con tratamiento antibiótico intravenoso muy prolongado que podría requerir un mes o más tiempo de ingreso y este se hace en su domicilio.

Para atenderlos a todos ellos, un equipo de profesionales conformados por médicos y enfermeros acuden a los domicilios cada día de la semana. “Se verifica el estado del paciente, las dolencias, posibles complicaciones. Se les deja pautada la medicación, con una bomba que permite administrar la medicación durante 24 horas”, hasta la siguiente visita de los sanitarios a casa. “Y si se detecta un problema en ese tiempo, el paciente puede llamar al equipo entre las 8:00 y las 20:00 si es necesario reevaluar su estado”.

Seguridad y comodidad, principales beneficios

A la hora del desarrollo de esta unidad de hospitalización domiciliaria, el Reina Sofía ha constatado diversos beneficios para los pacientes. “En cuanto a la seguridad, el hospital es un sitio peligroso para algunos enfermos”, afirma Llergo para precisar que “la inmovilidad de un enfermo, encamado en una planta de hospital, con una movilidad muy escasa, puede acarrear una recuperación más lenta, sobre todo en personas mayores y pluripatológicas”.

Y también, apunta, en personas de avanzada edad, estar en el hospital puede hacer que sufran “un cuadro de confusión o desorientación al salir de su entorno habitual”.

A ello se suma la posibilidad de infecciones que hay dentro de un hospital -“es una amenaza que no hay en el domicilio”-, donde además el paciente disfruta de su entorno familiar y una alimentación propia, a su gusto.

Todo ello ha hecho que el hospital perciba “una excelente respuesta” por parte de los pacientes que son atendidos desde el Reina Sofía en su propio domicilio. Cuenta Llergo que, a los pacientes de este programa, “les hacemos una encuesta de satisfacción y el 100% nos dice que recomendaría esta modalidad. Y nos insisten mucho que, de padecer otro proceso, se repita esa fórmula”.

Al tratarse de una modalidad voluntaria que solo se ofrece a pacientes cuya enfermedad les hace ser candidatos a este programa, “quien la rechaza al ofrecérsela, directamente es ingresado en el hospital. O si, una vez probado en casa, se sienten incómodos, se les reintegra al hospital”.

“Una parte sustancial de pacientes hospitalizados, en el futuro estarán en su domicilio”

Pero el funcionamiento de esta unidad de hospitalización domiciliaria demuestra que el resultado es positivo. “Nos cuesta culturalmente. La población y los profesionales estamos acostumbrados a tratar a pacientes en planta, donde entendemos que hay más control, nos puede dar miedo hacerlo fuera… Pero la realidad y los números muestran que no. La tasa de reingreso es bajísima y la seguridad muy alta. No hemos tenido casos de infección, por ejemplo, ni de caídas en casa, ningún evento adverso grave”.

Por eso, el responsable del programa ve con buenos ojos el futuro del mismo en el Hsopital Reina Sofía. “Estoy convencido que una parte muy sustancial de pacientes hospitalizados, en el futuro estarán en su domicilio, porque es mejor para ellos y se impondrán las ventajas”, asegura. El hospital cordobés tiene capacidad para crecer en esta herramienta -“una modalidad de atención por la que estamos apostando”-, con el objetivo de mejorar la seguridad y el confort de los pacientes que pueden ser atendidos en casa.

El sistema de hospitalización domiciliaria, que ya se probaba en Estados Unidos en los años 50 del pasado siglo, está más extendido en el norte de España, si bien en el sur el desarrollo es menor. El Hospital Reina Sofía de Córdoba cuenta con una de las tres únicas unidades de este sistema que hay en Andalucía.

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